Los sindicatos CCOO y UGT de los trabajadores del servicio de limpieza de grafitis del Ayuntamiento de Barcelona han convocado huelga el próximo miércoles 1 de febrero. "Después de varias asambleas hechas con la plantilla y más de un año de negociación del convenio colectivo, nos encontramos en un callejón sin salida, con las negociaciones atascadas y sin avances", han asegurado desde los sindicatos. Asimismo, han explicado que hace mucho tiempo que plantean a la empresa concesionaria del servicio, FCC, las reivindicaciones de que los motivan a hacer esta huelga, pero que no han recibido "respuesta o solución". "Hemos trasladado repetidamente a la empresa la necesidad de poder alcanzar un acuerdo con el fin de renovar el convenio colectivo", han detallado en un comunicado. CCOO y UGT señalan que el convenio finalizó su vigencia el 31 de diciembre 2020 y que desde entonces se encuentran "con el salario congelado y sin poder afrontar las necesidades sociales y salariales de la plantilla, que, con una situación de inflación desbocada, ve erosionado su poder adquisitivo."
Desde los sindicatos del servicio de limpieza de grafitis exponen que la convocatoria de paro es una manera de reivindicar "la visualización y reconocimiento social de los trabajos de limpieza de grafitis", pero también del resto de servicios de saneamiento urbano de la ciudad de Barcelona. "La empresa concesionaria del servicio FCC se niega a escuchar las reivindicaciones de la plantilla y a sentarse a negociar con voluntad real de alcanzar un acuerdo y solo se dedica a dilatar las negociaciones", han asegurado. Una actitud que, según CCOO y UGT, FCC ha mantenido "desde el principio de las negociaciones" con una "falta de voluntad". Los sindicatos también han lamentado que en la última reunión la empresa "haya rechazado otra vez todas las propuestas de la parte social".
Vandalismo en Barcelona
El servicio de limpieza de pintadas de la vía pública de Barcelona cuenta con un total de 26 equipos de dos personas con furgonetas hidrolimpiadores, de lunes a sábado, y con 5 equipos los domingos, en turnos de mañana y tarde, según informa el Ayuntamiento en su página web. La principal línea de actuación de estos equipos es sobre las pintadas en paredes de edificios, aceras y calzada. Precisamente, el vandalismo contra el patrimonio histórico de Barcelona es una de las grandes preocupaciones para los vecinos de la capital catalana, después de que en los últimos tiempos haya llegado a unos niveles bastante elevados.
Una de las zonas donde más se acumulan estas muestras de degradación del patrimonio está en el distrito de Ciutat Vella. Tal como mostró elNacional.cat meses atrás, solo hay que pasear por varios puntos del centro de Barcelona para constatar que es necesario dignificar y trabajar para mantener el patrimonio histórico, con ejemplos como el Baluard de Migdia, la plaza de la Vila de Madrid, la muralla romana de la plaza Berenguer, la Juderia, el Moll de la Fusta o las fachadas de las iglesias de Santa Maria del Pi y Santa Maria del Mar. La Guardia Urbana de Barcelona ya puso en marcha el pasado septiembre una campaña de cinco días contra los grafitis no autorizados, enmarcada en un nuevo plan de corresponsabilidad con la ciudadanía para mejorar la convivencia.