La Papanoelada Motera, la rua navideña de motoristas disfrazados de Papá Noel que está programada en Barcelona este domingo, 18 de diciembre, podría no producirse si fructifica la petición que ha hecho este viernes el Síndic de Greuges de Barcelona, David Bondia, que ha pedido al Ayuntamiento que aplique medidas cautelares para evitar la celebración aduciendo que en anteriores ediciones se han constatado afectaciones a la seguridad vial, a la movilidad en la ciudad, al uso del espacio público y, además, se han incumplido instrucciones de la Guàrdia Urbana, entre las cuales no haber comunicado la concentración a la autoridad competente. A la práctica, la sindicatura pide la prohibición.

Según ha comunicado la sindicatura, esta ruta de motoristas, que tiene previsto atravesar algunas de las calles más concurridas de la ciudad el domingo por la tarde, como la Gran Vía, la Via Laietana -afectada por obras- o la avenida Paral·lel, no se debería realizar, ya que como no se ha comunicado a la Dirección General de Administración de Seguridad (DGAS), los responsables municipales no podrán organizar los recursos disponibles y diseñar las medidas a aplicar para minimizar el impacto de la actividad sobre el espacio público y la ciudadanía, además del hecho de que si tiene lugar la concentración a pesar de no haberla comunicado, "hará falta que la Guardia Urbana actúe de manera eficaz, sancionando todas aquellas conductas infractoras que se detecten".

Asimismo, la sindicatura recuerda que este desfile motorizado y navideño ya cuenta con un "informe desfavorable" de la Guàrdia Urbana de 2019, y que después de no hacerse en 2020, en 2021 se celebró sin comunicarlo a las autoridades. En concreto, la sindicatura barcelonesa apunta que en un informe de la Guàrdia Urbana fechada el 18 de diciembre de 2019 se detallan los incumplimientos que llevaron a cabo las personas participantes de esta marcha: incumplimientos en materia de seguridad vial y movilidad; ocupación de la vía pública (carpas y lavabos) sin autorización municipal; servicio de orden insuficiente para garantizar la seguridad de los participantes y del resto de la ciudadanía; mantener el motor encendido en zonas de estacionamiento, e incluso forzarlo generando más contaminación atmosférica y acústica; y paradas de los centenares de motos en determinados lugares cuando se había acordado que la marcha no se detenía en ningún momento. Además, apunta que para esta edición de 2022, la Guardia Urbana ha trasladado a la Sindicatura de Greuges de Barcelona que hará la correspondiente acta de denuncia por infracción de los deberes de comunicación, así como el resto de infracciones en que puedan incurrir.

Por otra parte, la Sindicatura también ha contactado con la Concejalía de Emergencia Climática y Transición Ecológica del Ayuntamiento de Barcelona. La Concejalía explica que no se ha recibido ninguna petición por esta actividad y, por lo tanto, no puede resolver sobre este tema. No obstante, sí que detalla que el paso de esta gran concentración de motocicletas puede provocar un aumento de más de 3 dB sobre el ruido de fondo, incremento que provoca importantes molestias acústicas, ya que se trata de un ruido puntual pero de elevado nivel sonoro.