La Sindicatura de Greuges de Barcelona ha abierto una actuación de oficio para conocer las previsiones de mejora del Centro de Atención Primaria (CAP) del Barri Gòtic, un equipamiento en muy mal estado hasta el punto que al principio de mes tuvo que cerrar temporalmente a causa de un escape en el sistema de recogida de aguas fecales de las viviendas gestionadas por la Agencia de la Vivienda de Catalunya, situados sobre el centro. La misma sindicatura ha efectuado dos visitas al equipamiento durante este mismo mes, y con esta actuación pide información al consistorio sobre la previsión del nuevo emplazamiento y las medidas impulsadas para mejorar la falta de espacio y los problemas recurrentes con las filtraciones de aguas residuales que sufren en la ubicación actual.
Según ha informado la misma sindicatura, el equipo directivo del CAP Gòtic ha expuesto a la Sindicatura de Greuges de Barcelona que el principal problema con que se encuentran es la falta de espacio necesario para desarrollar su tarea con normalidad, hecho que genera afectaciones importantes en la atención a las personas usuarias y en las condiciones de trabajo. Las problemáticas generadas por la falta de espacio son diversas: dificultades por almacenar todos los elementos de atención médica; espacios previstos para trabajo interno (salas de reuniones o biblioteca) que tienen múltiples funciones; los despachos de trabajo tienen cajas y objetos de almacén; las consultas son compartidas por diferentes profesionales en diferentes franjas horarias o días; los vestuarios tienen unas dimensiones totalmente inadecuadas, y las personas trabajadoras no disponen de taquilla propia.
Medidas insuficientes
La Sindicatura de Greuges de Barcelona también ha visitado el espacio de los módulos habilitados delante el CAP Gòtic, en el que se prestó la atención Covid-19 y que ahora se ha recuperado para las diferentes especialidades médicas. En este emplazamiento, las consultas no tienen las medidas ni las condiciones necesarias para poder prestar una atención médica adecuada. Por ejemplo, en el caso de atención en urgencias, es necesario que la litera donde el paciente está estirado sea accesible desde derecha e izquierda. Aquí no es posible. Otros déficits son la inexistencia de una superficie sobre la cual puedan preparar los medicamentos o tratamientos a aplicar, o la inadecuada atención que pueden recibir las personas usuarias de sillas de ruedas.
El Convenio entre la Generalitat de Catalunya, el Consorcio Sanitario de Barcelona y el Ayuntamiento de Barcelona para la mejora de la calidad de la red sanitaria de la ciudad, de 8 de octubre de 2008, aprobó la reserva de espacio para un nuevo CAP en sustitución del actual. Ya han transcurrido catorce años y según las últimas informaciones recibidas, el nuevo emplazamiento estaría previsto en las dependencias municipales de la plaza de Carles Pi i Sunyer el año 2028. Desde años atrás, el CAP Gòtic sufre filtraciones de aguas residuales, situación que ha provocado incluso el cierre temporal del centro por no poder llevarse a cabo la actividad con normalidad. El ICS (Instituto Català de la Salut) sitúa el origen de estas filtraciones en los pisos situados encima del CAP, unas viviendas que son gestionadas por la Agencia de la Vivienda de Catalunya.