La Sindicatura de Greuges de Barcelona, que encabeza el síndico David Bondia, insta a eliminar de todas las plazas de la capital catalana los carteles de "Prohibido jugar a pelota". La defensoría del ciudadano argumenta en una resolución publicada este viernes que esta prohibición puede suponer una afectación al derecho al juego y el ocio de los niños y adolescentes, uno de los derechos humanos que deben tener garantizados, y puede condicionar negativamente "su desarrollo y su bienestar". Todo surge a raíz de la queja de una vecina de la plaza del Consell de la Vila, en el Distrito de Sarrià-Sant Gervasi, que denunció ante el Ayuntamiento el alboroto que hacen los niños jugando a fútbol y reclamó una señalización que lo prohibiera, como las que hay en otras plazas de la ciudad y de toda Catalunya.

Lejos de alinearse con la petición de la vecina, el síndico señala que la administración pública "tiene que invertir sus esfuerzos en hacer compatible el derecho al descanso con la realización de actividades y juegos en el espacio público, con el fin de conseguir una ponderación adecuada del derecho al descanso y del derecho al ocio de la ciudadanía". En este sentido, el defensor del pueblo de Barcelona subraya en su resolución que la ciudad tiene que buscar un "equilibrio justo" entre el derecho al juego de los niños y adolescentes y el derecho al descanso del vecindario. "Esta institución [el Síndic de Greuges] entiende que este equilibrio no se ha conseguido ni se conseguirá con la instalación o mantenimiento de carteles que prohíban jugar a pelota en las plazas", subraya la resolución.

A partir de esta recomendación, la Sindicatura de Greuges de Barcelona se remite al plan de juego en el espacio público 2020-2030 que publicó el Ayuntamiento en 2019, bajo el mandato de la alcaldesa Ada Colau, y que tenía el objetivo de fomentar el ocio de los niños y adolescentes y la actividad física al aire libre en los espacios comunes de la ciudad, "para hacer una ciudad más habitable y mejorar la vida de los vecinos y vecinas". El síndic insta a sustentarse en este plan municipal para eliminar los carteles que prohíben jugar a pelota a las plazas, una de las iniciativas que se contemplaban en el texto.

¿Qué hará Collboni?

Con todo, para encontrar un equilibrio con el descanso vecinal, la Sindicatura también considera "primordial" que el Ayuntamiento de Barcelona disponga de personal especializado "para gestionar el juego" y agentes cívicos "que puedan concienciar" con respecto a los ruidos y para "introducir metodologías pedagógicas que los ayuden [a los usuarios de la plaza, los niños que juegan] a corresponsabilizarse sobre los usos dando a conocer los derechos y deberes de la ciudadanía en espacios públicos donde confluyen determinadas dinámicas".

El caso de la plaza del Consell de la Vila, en el Distrito de Sarrià-Sant Gervasi, que ha motivado el pronunciamiento de la Sindicatura es el de una vecina que presentó una queja al Ayuntamiento en mayo del año pasado porque le molestaba el jaleo y alboroto de los niños que juegan a fútbol en este espacio público. La mujer reclamó un cartel que prohibiera jugar a pelota, como los que hay en otros lugares de Barcelona o en muchas plazas de toda Catalunya. Pronunciados la vecina y el síndico, ahora la pelota está sobre el tejado del alcalde Jaume Collboni.