El solar del antiguo Mercat del Peix, donde se está construyendo el futuro hub de innovación de la Ciutadella del Coneixement, en el barrio de la Vila Olímpica de Barcelona, se encuentra en un espacio que se ha ido ganando al mar a lo largo de los siglos, de manera que hasta el siglo XV, el mar Mediterráneo sumergía toda la zona, mientras que en el siglo XVI ya se encontraba en zona de playa, y actualmente la línea de costa se encuentra a un par de centenares de metros. Estos cambios son los que han hecho posible un hallazgo arqueológico singular en el marco de la construcción de las plantas subterráneas del nuevo edificio: a unos cinco metros por debajo del nivel actual del mar han emergido los restos de un barco, datado inicialmente entre los siglos XV y XVI, que ya ha sido bautizado, provisionalmente, como Ciutadella I.

Se trata de un hallazgo de especial importancia, dado que en Barcelona en época contemporánea solo se ha encontrado otro pecio -es decir, los restos de un barco naufragado-, el año 2008 en el marco de las obras en torno a la estación de França, el Barceloneta I, los restos del cual son visitables en el Museu d'Història de Barcelona. Con respecto al Ciutadella I, lo que se ha encontrado son los restos del fondo del barco, un fragmento de 10 metros de longitud y 3 de anchura, estropeado en un extremo por una de las pilastras de los cimientos de la obra, pero donde se conservan dos codastes, las vigas longitudinales, y una treintena de cuadernas, es decir, las maderas curvadas que forman el esqueleto del buque.

Hallazgos arqueològiques barco siglo XV / Foto: Carlos Baglietto
En el solar del antiguo Mercat del Peix se trabaja en el rebaje de las futuras plantas subterráneas. El Ciutadella I ha sido localizado a unos 5 metros por debajo del nivel actual del mar / Foto: Carlos Baglietto
Hallazgos arqueològiques barco siglo XV / Foto: Carlos Baglietto
El conjunto encontrado, a pesar de quedar dañado por uno de los pilones de cimientos, ha permitido recuperar unos restos de 10 metros de longitud y 3 de anchura / Foto: Carlos Baglietto
Hallazgos arqueològiques barco siglo XV / Foto: Carlos Baglietto
Equipos especializados trabajan en las cuadernas encontradas, donde hay que retirar todos los restos biológicos que puedan quedar antes de proceder a su traslado / Foto: Carlos Baglietto
Hallazgos arqueològiques barco siglo XV / Foto: Carlos Baglietto
Una de las tareas necesarias para la conservación es mantener húmedas las maderas. A tal efecto, se riegan constantemente y por la noche se ha habilitado un sistema de riego automatizado / Foto: Carlos Baglietto
Hallazgos arqueològiques barco siglo XV / Foto: Carlos Baglietto
En el ámbito del pecio se han encontrado otros restos, como esta piña, totalmente empapada, que podría tener unos quinientos años de antigüedad / Foto: Carlos Baglietto

En concreto, se trataría de la parte de popa y babor de un barco de grandes dimensiones que, además, por las características del hallazgo, no se habría hundido en este punto dónde se ha encontrado, sino que habría sido arrastrado por la misma fuerza del mar y las corrientes submarinas. En todo caso, Xavier Maese, arqueólogo del Servicio de Arqueología de Barcelona, ha apuntado que desde el inicio de las obras, ahora hace un par de años, había previsión de encontrar restos arqueológicos en este punto y de hecho, ya se han encontrado en el mismo ámbito un refugio antiaéreo y parte de la ciudadela borbónica, que fueron documentados en su momento.

Hallazgo "excepcional", pero al mismo tiempo "previsto"

"Teníamos la previsión de encontrar restos", ha apuntado Maese en el marco de una visita para medios de comunicación, donde ha señalado que, en realidad, "teníamos entre ceja y ceja encontrar un barco". De hecho, aunque el hallazgo ha sido calificado "de excepcional", había varios elementos que apuntaban a la posibilidad de encontrar restos marítimos, ya que no fue hasta la construcción de los primeros muelles del puerto de Barcelona a mediados del siglo XV, que esta zona empezó a ganar terreno al mar, aumentando la posibilidad de atrapar un pecio, cómo finalmente ha pasado.

 

Una vez efectuado el hallazgo en el marco de las obras por parte de la empresa especializada Arqueòlegs.cat, en estos momentos se está procediendo a las tareas de identificación y marcaje de los restos, para su conservación. Sobre el terreno, varios equipos especializados trabajan bajo la supervisión del Servicio de Arqueología municipal. Uno de los trabajos que se hace es el de remojar constantemente las maderas, que no pueden perder su grado de humedad. Santiago Palacios, director de la intervención, que no ha descartado que todavía se pueda encontrar algún resto más en una parte del solar todavía pendiente de excavar, ha apuntado que de momento los restos están datados entre los siglos XV y XVI, pero más adelante, con el análisis de las resinas utilizadas para calafatear el barco, "podremos saber donde y cuando se construyó".

Los restos serán conservados

A diferencia de muchos otros hallazgos arqueológicos, que generalmente se vuelven a enterrar, en este caso y dadas su importancia, serán conservados, en un proceso "delicado". El primer paso será retirar "madera a madera" según Dèlia Eguiluz, jefa de restauración, todos los restos y transportados a un banco de agua, donde serán estudiados para saber su procedencia. Una vez investigadas y asegurada su conservación, todavía es pronto para saber su futuro, pero podrían seguir el ejemplo del Barceloneta I, que actualmente forman parte de la exposición permanente del Museu d'Història de Barcelona. Con todo, el final del camino y una eventual exposición se podría alargar hasta cinco años.