Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha elevado hasta 12 el número de trabajadores de metro afectados por el amianto. De estos, nueve son engrosamientos pleurales, dos más son placas pleurales no calcificadas y una placa pleural calcificada. Según la compañía. ninguno de ellos presenta patología grave ni simptamotología crítica ni hay requerimiento de tratamiento, aunque se tendrán que someter a controles periódicos.
La compañía calcula que entre el 3% y el 14% de las personas expuestas en el amianto en los convoyes del metro y a las instalaciones pueden sufrir afectaciones y, por lo tanto, no se descarta que aumente el número de casos. De hecho, el mes de diciembre pasado se detectaron cuatro casos de afectación pleural o uno de sospecha de asbestosis pulmonar, que la Vall d'Hebron descartó posteriormente.
Las revisiones a los trabajadores se llevan a cabo mediante una tomografía axial computerizada de alta resolución (MANCHAR), una técnica de diagnóstico por la imagen más sensible que la radiografía de tórax y que permite detectar lesiones torácicas de forma precoz, según TMB. Las visitas empezaron en diciembre del 2018 y está previsto que se alarguen a lo largo de todo el año.
Los representantes de los trabajadores denunciaron ayer que el año 2.000 se aseguró que no había restos de amianto en las instalaciones de TMB y que, por lo tanto, no se adoptaron medidas preventivas, mientras que la compañía mantiene que está dentro del registro de empresas con amianto desde 1987 y que siempre "actúa en consecuencia" desde el primer momento.