Este lunes, 19 de septiembre, empezarán las obras del nuevo puente de la calle de Santander, una infraestructura que hará posible el derribo de la pasarela para peatones sobre las vías del tren, una instalación obsoleta, inaccesible, oxidada y en mal estado de mantenimiento que la convertía en un espacio sórdido y poco recomendable que, encima, era la única alternativa a un puente pensado sólo para el tránsito rodado, problemas que quedarán resueltos con la entrada en servicio del nuevo puente, con aceras de hasta 4,5 metros, un carril bici por lado, un nuevo paso de peatones y un carril de circulación por sentido.
Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona este domingo, el inicio de las obras supondrá la resolución de una deuda histórica que servirá para mejorar la conectividad entre los distritos de Sant Andreu y Sant Martí y más específicamente los barrios de la Verneda i la Pau con el Bon Pastor. Para ensanchar el puente se construirán unas pasarelas adyacentes al puente actual y se conseguirán espacios más generosos. Además, se reducirá sensiblemente la pendiente actual de la calle para hacerlo accesible, con una pendiente máxima del 6%. Y se plantará una cincuentena de árboles nuevos y parterres en toda la actuación, se incorporará mobiliario urbano, se renovará la red de alumbrado y semáforos, la red de riego y los servicios, se mejorará el drenaje de las aguas pluviales y se instalarán puntos wifi.
Corte de tráfico en verano
El proyecto tiene un presupuesto de unos 10,8 millones de euros –cofinanciados con recursos del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)–, y se prevé que esté terminado al cabo de unos 17 meses, es decir, hacia enero de 2024. Con respecto a las afectaciones al tráfico, variarán en función del avance de la ejecución de las obras. Las más visibles vendrán a partir de mediados de noviembre, y durante los meses del verano del próximo año está previsto un corte total del tráfico de vehículos por el puente. En todo momento se tomarán las medidas necesarias para informar al vecindario y minimizar las molestias.
Esta reforma se ha sacado adelante también gracias a la movilización vecinal. El Plenario del Consejo Municipal aprobó por unanimidad en diciembre del 2019 una propuesta de iniciativa ciudadana para que el gobierno municipal empezara los trámites para el proyecto de construcción del puente. La iniciativa se pudo presentar gracias a las 4.458 firmas válidas que se habían recogido para pedir la rehabilitación, siguiendo lo que establece el Reglamento de participación ciudadana. Se impulsó a través de la comisión promotora, formada por la Associació de Veïns i Veïnes Sant Martí de Provençals, l'Associació de Vecïns i Veïnes Trajana, l’Associació de Veïns La Palmera Centro, AVV La Pau y l’AVV Verneda Alta. Y dos de los promotores la defendieron ante los concejales.
La rehabilitación del puente se enmarca en el modelo de ciudad que se está desarrollando a través del plan Superilla Barcelona, que incluye actuaciones para recoser los barrios históricamente alejados por barreras y cicatrices urbanas. Se suma a otras intervenciones importantes en Sant Martí y Sant Andreu como la transformación de la avenida Meridiana. Además, contribuirá a abrir la ciudad al Besòs, otro objetivo y compromiso firme del gobierno municipal, y a revitalizar urbanísticamente la zona de polígonos de este entorno. Precisamente, esta misma semana se ha presentado el nuevo planeamiento para transformar la antigua fábrica Mercedes, que sumado a la renovación del puente de Santander y de otras actuaciones ayudarán a dinamizar el ámbito.