La forma actual del distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona proviene del año 1984, cuando el Ayuntamiento de Barcelona aprobó la vigente división de la ciudad en diez entidades. Con unos 150.000 habitantes, más de la mitad de su territorio se encuentra en zonas poco pobladas de la sierra de Collserola, incluido el enclave de la Santa Creu d'Olorda, pero el núcleo del distrito lo conforman los dos antiguos municipios de los que toma el nombre, Sant Gervasi de Cassoles, agregado a la capital de Catalunya en 1897 y Sarrià, incorporado en 1921, a excepción del barrio de Pedralbes, que quedó asignado a les Corts.
👒 Un icono industrial, una estación modernista, un jardín reivindicativo y otros atractivos de Sants-Montjuïc
🏭 Un singular núcleo rural, la rambla más popular, vestigios industriales y otros atractivos de Sant Martí
👀 Las mejores vistas de Barcelona, un jardín de Gaudí, unas cerillas gigantescas y otros atractivos de Horta-Guinardó
⛪ Una inesperada Dama de Elche, una iglesia brutalista, el antiguo canódromo y otros atractivos de Sant Andreu
🏰 Un castillo falso, el antiguo mental, un puñado de acueductos y otros atractivos de Nou Barris
Aunque oficialmente el distrito está dividido en seis barrios según la delimitación vigente desde 2006, de hecho incluye casi una quincena, incluyendo los vecindarios dispersos de Collserola. Con respecto a las zonas más pobladas de los antiguos municipios de Sarrià y Sant Gervasi de Cassoles, se trata de barrios principalmente residenciales, con destacables zonas verdes, muchas de las cuales eran antiguas residencias familiares, y sus habitantes se cuentan entre los que disponen de las rentas más altas de la ciudad. Si el distrito está formado por seis barrios, aquí van seis recomendaciones de puntos de interés, una por cada barrio.
El Putxet i el Farró: La casita de muñecas que sueñan los chiquillos
El nombre de este barrio ya indica que, de hecho, son dos, por una parte, el Farró, que toma el nombre de uno de los primeros promotores urbanísticos de la zona, y de la otra, el Putxet, que toma el nombre de la colina donde se sitúa. Aquí se encuentra una curiosa casita de muñecas. Bien, de hecho el término casita le queda pequeño, porque se trata de una construcción de obra de aires modernistas y decoración de trencadís que servía para los juegos infantiles y es lo suficientemente grande, nueve metros cuadrados, como para que los chiquillos entren, aunque actualmente no se puede acceder al interior. En todo caso, si se puede visitar por fuera, situada en un espacio público que antiguamente había formado parte del jardín de la residencia Vil·la Matilde, actualmente desaparecida.
Sant Gervasi-la Bonanova: Un submarino al pie de Collserola
El barrio de Sant Gervasi-la Bonanova aglutina el núcleo histórico del municipio de Sant Gervasi de Cassoles y la Bonanova, vecindario aparecido en torno al paseo del mismo nombre que comunicaba Sant Gervasi con Sarrià. Dentro de los límites del barrio se incluye el CosmoCaixa y una de las decoraciones de calle más insólitas de la ciudad, un submarino auténtico, de hecho, un minisubmarino de 18,8 metros de eslora. Se trata del SA-51 o submarino Barcelona, donado por la Armada Española a la Fundació La Caixa en 1986 para formar parte del entonces denominado Museu de la Ciància. Inicialmente, se podía visitar el interior, pero a causa del vandalismo se cerró y se situó a una elevación que lo hace inaccesible. Eso sí, se puede disfrutar desde fuera e imaginar cómo tenía que ser la vida de sus cinco tripulantes bajo el agua.
Sant Gervasi-Galvany: De parque de atracciones a parque novecentista
El barrio de Sant Gervasi-Galvany formaba parte del antiguo municipio de Sant Gervasi de Cassoles y toma el nombre de la finca de Can Galvany, donde se sitúa el mercado del mismo nombre. Uno de los elementos destacables de este barrio es el Turó Park, situado en el espacio ocupado anteriormente por un parque de atracciones del mismo nombre y que fue diseñado por Nicolau Maria Rubió i Tudurí con la forma de jardín novecentista, con caminos, parterres, fuentes, plazas, pradera y un estanque. Abierto en 1934, en el interior también hay una buena colección de esculturas, entre las cuales destaca La ben plantada de Eloïsa Cerdan, que rinde homenaje a la obra homónima de Eugeni d'Ors.
Sarrià: El epicentro del distrito
El actual barrio está conformado por el núcleo histórico del viejo municipio independiente de Sarrià y es, por lo tanto, el espacio de centralidad del distrito y al mismo tiempo, una zona que conserva su aroma de pueblo independiente alejado, tanto física como mentalmente, del ruido del centro de Barcelona. Es aquí donde se sitúa la sede del distrito, ubicada en la plaza del Consell de la Vila, en el mismo edificio que hasta 1921 era la sede del Ayuntamiento de Sarrià. El edificio fue proyectado por el arquitecto municipal Francesc Mariné en 1895 e inaugurado el 2 de mayo de 1896 por el alcalde Ramon Miralles i Vilalta.
Las Tres Torres: Muestra permanente de esculturas de Clarà
Las torres a las que hace referencia el nombre de este barrio son las que se hicieron construir a los tres hermanos Romaní i Climent Mas. En los límites de este barrio se incluyen el cementerio de Sarrià y el sector de Can Ràbia, donde antiguamente estaba el estadio de Sarrià del RCD Espanyol. La sorpresa del barrio, en todo caso, se encuentra en los jardines de la Biblioteca Clarà, donde se puede disfrutar de una muestra permanente de las esculturas del artista Josep Clarà. Con todo, si estas esculturas se pueden disfrutar en el jardín es a causa de la poca fortuna del Museu Clarà, situado en el espacio ahora ocupado por la biblioteca y que el Ayuntamiento de Barcelona clausuró en 1995, hecho que provocó protestas vecinales en su momento contra el alcalde Pasqual Maragall y el entonces concejal de Cultura, Oriol Bohigas.
Vallvidrera, el Tibidabo i les Planes: El túnel del primer 'metro'
El nombre de este barrio ya indica su variedad: por una parte, Vallvidrera, un auténtico pueblo dentro del término municipal; por otra parte, el Tibidabo, en la cima de Collserola, y finalmente les Planes, formado por varios vecindarios y núcleos de población dispersos. En este barrio tan diseminado se encuentra un pantano, el de Vallvidrera, y una curiosidad de primera categoría, el Mina-Grott, un túnel de canalización de aguas -que todavía hoy hace esta función- por donde circuló, entre 1908 y 1916, el primer tren eléctrico subterráneo de Barcelona, es decir, un precursor del Metro, que llevaba al público barcelonés a un parque de atracciones de historia efímera, el Lake Valley.