El Teatre Arnau de Barcelona es el superviviente de la época dorada de los teatros del Paral·lel que ha sido más maltratado por el paso de los años, o más bien de las décadas. En desuso y abandonado desde hace más de veinte años, finalmente se ha encauzado el proyecto de rehabilitación que tiene que permitir devolverlo al panorama artístico de Barcelona, una vez el Ayuntamiento de Barcelona, propietario del local, ha dado luz verde al proyecto ejecutivo de las obras de rehabilitación y adecuación del Teatre Arnau como un futuro espacio polivalente que acogerá actividades de artes vivas y artes escénicas, un proyecto que estaba sobre la mesa desde que el consistorio compró el teatro el año 2011, hace casi tres lustros y lo salvó de un previsible derribo previsto ya en el 2005.
De hecho, el Instituto de Cultura (ICUB), ha anunciado este miércoles la intención de iniciar las obras durante el segundo trimestre del 2025, aunque en septiembre del año pasado se anunció que estas empezarían durando este primer trimestre. Una vez puestas en marcha, se prevén entre 22 y 24 meses de obras, con una finalización estimada para el primer trimestre de 2027. El presupuesto es de poco más de 10 millones de euros, será desarrollado por el despacho Harquitectes y la remodelación tiene como objetivo preservar la esencia del teatro de barraca y recuperar el patrimonio arquitectónico con el uso de materiales como la madera y el hormigón visto.
El proyecto definitivo prevé algunos cambios respecto de la primera versión de 2021, con la supresión de la planta del sótano, reduciendo la superficie construida y optimizando la distribución de los espacios. Esta modificación responde a la necesidad de adaptar el equipamiento a las nuevas necesidades funcionales y operativas con el fin de garantizar un funcionamiento más eficiente y adecuado a los nuevos usos culturales previstos, con la integración de tres áreas principales: memoria, comunidad y territorio, y artes escénicas. Con respecto a los usos culturales previstos, el nuevo teatro se concibe como un espacio polivalente que acogerá actividades de artes vivas, artes escénicas y otras manifestaciones culturales que históricamente se han desarrollado en este espacio. Además, se pretende fomentar el trabajo comunitario y el arraigo a los barrios adyacentes al teatro, como el Poble-sec, el Raval y Sant Antoni, implicando tanto el vecindario como entidades, iniciativas y profesionales del sector cultural en el proyecto.
El último teatro de barraca de Catalunya
El Teatre Arnau, inaugurado en 1894, es el último teatro de barraca que se conserva en Catalunya. A lo largo de los años, ha sido un referente de la cultura popular barcelonesa, especialmente durante la época de esplendor del Paral·lel. Después de un periodo de decadencia y cierre, el Ayuntamiento de Barcelona adquirió el teatro el año 2011, y posteriormente inició un proceso participativo con entidades y vecinos de los barrios del Poble-sec, el Raval y Sant Antoni para definir el futuro del equipamiento. Este proceso culminó con la decisión de rehabilitar el teatro, manteniendo elementos históricos como la fachada y la estructura de madera, y adaptarlo a los nuevos usos culturales y comunitarios. Mientras tanto, para mantener vivo el espíritu del teatro, las actividades vinculadas al equipamiento han estado en marcha en otros espacios de la ciudad a través del proyecto de "el Arnau Itinerante".
El proyecto de rehabilitación del Teatre Arnau forma parte de la estrategia municipal de revitalización de la avenida del Paral·lel, consolidando este ámbito como un polo cultural de referencia a la ciudad. Después de la puesta en marcha de las salas Paral·lel 62 y la reciente reinauguración de El Molino, esta iniciativa permitirá recuperar otro espacio emblemático para la ciudad y dotarlo de una infraestructura moderna y adaptada a las necesidades actuales.