La Torre de Jaume I es el punto de paso central del trayecto del Telefèric del Port de Barcelona, donde hace años que las cabinas no hacen parada. Tampoco es accesible su mirador, situado a 91 metros de altura, ni su restaurante, a 40 metros de altura. Ahora bien, en el marco de una serie de transformaciones encaminadas a hacer del World Trade Center, ubicado al final del Muelle de Barcelona, un nuevo centro de vida urbana, se estudia la posibilidad de recuperar el mirador y el restaurante de esta torre, de 107 metros de altura, y que es uno de los elementos icónicos del Port Vell.

Según ha informado este martes el World Trade Center -sociedad participada al 76% por Port de Barcelona y el 24% por FCC- este complejo de negocios ha desarrollado un nuevo plan estratégico que responde a los cambios en la demanda de oficinas, actualmente ocupadas al 92%, para abrirse a la ciudadanía y al mismo tiempo, integrarse en el ecosistema del Port de Barcelona y con proyectos innovadores como el Blue Tech Port que ya está en marcha en el muelle de Sant Beltran dentro de los programas de desarrollo de la economía azul acelerados en el marco de la pasada edición de la Copa América de Vela celebrada en Barcelona.

Este relanzamiento del WTC de Barcelona se integra en un contexto de remodelación del Moll de Barcelona, que incluye proyectos de futuro como la construcción de pasarelas sobre el mar que unan este muelle con el nuevo Moll de Drassanes, espacio público ganado por la ciudadanía el pasado mes de julio. En la planificación prevista para el periodo 2025-2030 se busca mejorar la accesibilidad y aumentar el flujo de personas hacia el WTC y al mismo tiempo, revitalizar la zona con nuevos atractivos, entre los cuales se contempla la reconversión de la Torre de Jaime I para atraer al público. Hay que tener en cuenta que esta torre y en el marco de las obras aceleradas por la competición deportiva, ha sido saneada recientemente, con una intervención valorada en un millón de euros que ha incluido la retirada de lonas y redes actuales y la protección de la estructura metálica.

De lo que se trataría ahora como proyecto de futuro, sería trabajar en propuestas como la recuperación del restaurante en la cota 40, que según WTC "requerirá un análisis de la oferta gastronómica y una estrategia de marketing para identificar operadores potenciales", así como "contemplar la gestión del mirador en la cota 91, que incluirá un análisis técnico, seguridad y la creación de espacios complementarios como cafetería o tienda de recuerdos, con una estrategia de promoción orientada a aumentar el turismo".