El Port Olímpic de Barcelona es uno de los legados de los Juegos de 1992 que, con el paso de los años, había quedado envejecido. Construido en 1991 dentro de la gran reconversión olímpica y con diseño de los arquitectos Oriol Bohigas, Josep Martorell, David Mackay y Albert Puigdomènech, fue sede de las competiciones de vela deportiva en los Juegos Olímpicos del 92 para convertirse posteriormente en el puerto deportivo de Barcelona, en un entorno que se convirtió también en reclamo turístico y gastronómico además de epicentro del ocio nocturno. En la Barcelona de los años noventa y principios del siglo XXI, el ambiente festivo barcelonés pasaba por este puerto.
El tiempo, sin embargo, no fue nada clemente con este espacio, que a pesar de mantener la vitalidad como espacio gastronómico, fue envejeciendo al mismo tiempo que la zona de ocio entraba en una pendiente de degradación, con robos y peleas frecuentes e incluso varios homicidios en 2019, que no se resolvió hasta el cierre de todos los locales de aquel tipo para dar paso a una profunda renovación que ahora llega a su fin con la reapertura del espacio prevista para este domingo, con unos objetivos de futuro donde la economía azul tiene un espacio destacado. De hecho, el Ayuntamiento de Barcelona -titular del puerto desde el 2019, cuando le cedió el control la Generalitat por un periodo de 50 años-, y en nombre suyo Barcelona de Serveis Municipals (BSM), hacía años que planteaban una reorientación del modelo del Port Olímpic.
Con la intención de decir adiós al viejo modelo de explotación y abrir las puertas a la nueva filosofía de economía azul, es decir, aquellas actividades económicas sostenibles y relacionadas con el mar, en abril de 2022 empezaron las obras de reconversión de todo el entorno, con atención prioritaria en el Moll de Mestral, es decir, toda la zona ocupada anteriormente por los locales de ocio nocturno, y al Dic de Recer, con un conjunto de actuaciones que se vieron aceleradas y ampliadas una vez se confirmó que Barcelona sería la sede de la Copa América de Vela este mismo verano de 2024 y que el puerto olímpico sería la sede de las competiciones juvenil y femenina.
Así se ha transformado el Port Olímpic
La transformación del Port Olímpic ha tenido como motivaciones principales el de reabrir el espacio a la ciudadanía y reorientar el modelo, dejando atrás la existencia de locales de ocio nocturno pero manteniendo, eso sí, del todo renovado, un balcón gastronómico. Así, lo primero que se han transformado son sus accesos, especialmente para vehículos, sustituyendo la vieja rampa de la calle Marina, que se comía buena parte de la superficie del Moll de Mestral y que ha sido demolida, por una entrada por medio de un nuevo vial desde la avenida del Litoral, accesible tanto para peatones como para vehículos, que elimina barreras y desniveles y conecta el espacio directamente con el barrio de la Vila Olímpica.
Una vez ya en el Moll de Mestral se constata la magnitud de la transformación, donde el espacio ocupado por los antiguos locales de ocio nocturno ha sido completamente transformado. Con una superficie construida de casi 4.000 m², el ámbito ha quedado enmarcado por una pérgola de madera que genera un espacio pensado por la estancia y el disfrute de la ciudadanía y que da paso a una serie de espacios que acogerá el polo de economía azul del Port Olímpic, que incluye un salón de actos para 150 personas y varios espacios anexos donde se concentrarán locales de economía azul, locales de actividad náutica y espacios propios del puerto, como salas técnicas o de centralización de control y seguridad.
Otro de los ámbitos donde se ha trabajado es el de la adecuación de los locales y pañoles del Dic de Recer, es decir, la cara interna del rompeolas del Port Olímpic, en un ámbito aproximado de 2.500 m², donde se genera un espacio para acoger diferentes servicios propios de la actividad náutica y orientado, como el Moll de Mestral, a la economía azul. Con respecto al Moll de Gregal, es decir, la zona de restaurantes y donde se sitúa el Centre Municipal de Vela, que tendrá un papel muy activo en la celebración de la Copa América de Vela, también ha hecho falta hacer una renovación total que empezó con el cierre de los restaurantes que se mantuvieron abiertos hasta enero del 2023.
El derribo de los antiguos restaurantes ha dado paso a un nuevo Balcó Gastronòmic, de apertura inminente, conformado por 11 restaurantes y 3 tiendas gastronómicas en un entorno donde se ha tenido en cuenta la accesibilidad, incorporando ascensores y escaleras, de manera que aparte de la oferta gastronómica, se mejoran también los accesos con el Centre Municipal de Vela y se dispone de una conexión directa con la playa de la Nova Icària, además de contener zonas de estancia y miradores. Cuatro grandes pérgolas fotovoltaicas situadas en el mismo muelle generan energía de origen renovable y proporcionan espacios de sombra.
Doble objetivo, economía azul y uso ciudadano
La profunda renovación del Port Olímpic obedece a un doble objetivo, de un lado, el de devenir un polo de economía azul y del otro, acercar la ciudadanía a este espacio. Con respecto al primero, se trata de hacer que este puerto concentre un conjunto de actividades económicas relacionados con el mar con el añadido de llevarse a cabo de forma compatible con la conservación ambiental de los ecosistemas y favoreciendo un desarrollo social y económico sostenible. En cuanto al segundo objetivo, la mejora de los accesos y la generación de espacios de paseo y estancia, convierten el Port Olímpic en un espacio más permeable, con una plataforma única en cota puerto y nuevos accesos intermedios a la cota ciudad. La fiesta de inauguración de la nueva rampa de acceso ya fue una primera cata de esta intención de reconvertir el Port Olímpic en un espacio ciudadano al cual se sumará la fiesta prevista para el 21 de julio.
Fiesta de reapertura, este domingo
Efectivamente, como colofón a todos estos trabajos -aunque todavía los hay pendientes de finalización-, este domingo, 21 de julio, se celebrará una gran fiesta de reapertura abierta a toda la ciudadanía y totalmente gratuita que a lo largo de toda la jornada, entre las 10 y las 21 horas, llenará el espacio de actividades familiares, talleres y conciertos. El Moll de Mestral concentrará el grueso de propuestas de la fiesta, que marcará el inicio de la progresiva reapertura del Port Olímpic. La programación de juegos infantiles arrancará a las 10 h y convivirá hasta las 13 h con diferentes talleres vinculados a la náutica, el mar y la sostenibilidad. Los más pequeños podrán crear barcos de vela, diseñar cometas de papel o construir castillos de arena, entre otras propuestas.
La dinamización de la mañana irá a cargo de una pareja de zancudos, dos peces gigantes que recorrerán el Port Olímpic invitando a todo el mundo a pasear. También contribuirá el grupo Sound de Secà, que a partir de las 11 h inundará el paseo Marítim y los nuevos espacios de ciudad del Port Olímpic con la música y el ritmo de su espectáculo itinerante. La agenda de la mañana se completará con dos espectáculos familiares. Por una parte, SalvaMars Cirkus (12 h) mostrará la vida en el mar en clave de teatro e intentará concienciar a los niños y niñas sobre los efectos del cambio climático sobre los ecosistemas marinos. Antes de comer, el grupo de versiones Els Superherois y la Gran Aventura (13 h) interpretará algunas de las canciones más emblemáticas de la música popular en un espectáculo para públicos de todas las edades.
Después de un paro al mediodía, la programación de juegos y talleres se reanudará a las 17 h. El ritmo y la música volverán a dejarse notar a partir de las 18 h, cuándo el grupo Sound de Secà volverá a recorrer el paseo Marítim y los diferentes muelles para favorecer el descubrimiento de los nuevos espacios. La jornada se cerrará con dos propuestas musicales. A las 19 h, la cantante Susana Sheiman liderará un sexteto de jazz que ofrecerá un repertorio variado, donde caben todo los estilos del género. Acto seguido, a las 20 h, Andrea Motis Singular Quintet pondrá el punto final a la fiesta con una actuación que viajará desde el jazz más clásico hasta las propuestas más actuales. Los dos conciertos son la antesala de la programación de jazz que acogerá el Port Olímpic los fines de semana de septiembre y octubre, coincidiendo con la celebración de las regatas juveniles y femeninas de la Copa América. Aparte de la programación familiar y cultural, las personas que se acerquen al Port Olímpic podrán disfrutar de una zona gastronómica con food trucks.