Estamos en la recta final del mandato municipal y en pocas semanas quedarán prohibidos los actos políticos ante la proximidad de la campaña electoral. En este contexto, una visita de obras a la prolongación del tranvía por la Diagonal como la que este lunes han protagonizado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el conseller de Territori, Juli Fernández, tiene necesariamente una derivada electoral que se ha sustanciado en un anuncio conjunto, la voluntad tanto del Govern, es decir, de ERC, como del Ayuntamiento de Barcelona, por lo menos la parte de Barcelona en Comú, de culminar tan pronto como sea posible la conexión tranviaria entre las plazas de Glòries y de Francesc Macià, por medio del inicio de la redacción del proyecto ejecutivo.
Como muestra de que no se puede eludir este contexto electoral, la alcaldesa incluso ha contado con la suerte de que un espontáneo ha gritado desde fuera del recinto de obras que había que votarla para garantizar la finalización de las obras, pero tampoco ha pasado desapercibido de que entre los políticos que han asistido a la visita de obras hubiera dos concejalas de BComú -la misma Colau y la segunda teniente de alcaldía, Janet Sanz-, por tres de ERC -los portavoces Elisenda Alamany y Jordi Coronas, más Max Zañartu- a los cuales hay que añadir el también republicano conseller de Territori. Y es que tanto los comunes como los republicanos están de acuerdo en agilizar las obras de conexión.
El mismo candidato de ERC al Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, aseguraba este domingo a elNacional.cat que sería una "grave irresponsabilidad" parar las obras cuando están a medio hacer, un aviso directo al candidato de Junts, Xavier Trias, que ya ha mostrado públicamente su intención de parar la segunda fase de conexión, entre Verdaguer y Francesc Macià, si sale escogido como nuevo alcalde de Barcelona después de las elecciones municipales del 28 de mayo. De hecho, el mismo conseller Fernández ha asegurado que con respecto a la conexión de las redes tranviarias, "el compromís del Govern está ahí" y ha especificado que la unión del tranvía es un "ejemplo claro y evidente" del entendimiento entre administraciones. "Si no estamos todos no pasa", ha añadido.
Colau lo considera "garantizado"
Esta convicción no impide que a partir de las elecciones municipales la condición del conseller Fernández, este "estar todos", no esté tan claro, y es así como se entiende esta voluntad, tanto de los comunes como de los republicanos, de acelerar las obras. De hecho, en julio del 2022 Colau ya impulsó la licitación de las obras, un paso previo que permite que ahora se pueda redactar el proyecto ejecutivo y que hace que la alcaldesa haya asegurado que actualmente esté "todo garantizado" para que las obras acaben en Francesc Macià. "No tiene sentido empezar la conexión y dejarla a medias", ha añadido Colau. Ahora bien, en caso de que Xavier Trias vuelva a ser alcalde después de las elecciones de mayo, ya se verá quién tenía la razón.