Los trenes de la línea R4 de Rodalies no pararán en la estación de La Granada (Barcelona) a partir de este lunes 6 de marzo y hasta el 21 de mayo a raíz de las obras que está ejecutando Adif para desarrollar el Corredor Mediterráneo en Catalunya. Renfe ha informado en un comunicado que establecerá un servicio complementario por carretera entre la Granada y Vilafranca del Penedès (Barcelona) durante todo el periodo "para minimizar la afectación y asegurar la movilidad de los viajeros".
Además del servicio complementario por carretera, también se reforzará el personal auxiliar de la estación y se comunicará la información pertinente a través de megafonía a las estaciones, a los trenes, a la página web y a las redes sociales.
La línea R16 sufrirá retrasos por las obras del corredor mediterráneo
La línea R16 de Rodalies sufrirá retrasos de entre cuatro y cinco minutos más de lo habitual a partir de este domingo 5 de marzo a causa de las obras del Corredor Mediterráneo. Así pues, según ha comunicado Adif, la línea R16, que circula entre Barcelona y Tortosa, será una de las afectadas por las obras. Los trenes de larga distancia, Euromed, Intercity y Talgo también sufrirán retrasos de cinco minutos.
Además, a partir del 20 de marzo y hasta el 26 de abril, los trenes con recorrido València-Vinaròs-Tortosa acabarán en Ulldecona, desde donde se hará transbordo en carretera hasta Tortosa. Durante el mismo periodo, también se prevé que dos tramos de la línea Ulldecona-Tortosa se tengan que hacer por carretera.
Adif ha informado de que las obras que causarán los retrasos consisten en el cambio de ancho de las vías. El objetivo es ajustar las vías a la anchura internacional y, de esta manera, permitir la circulación de trenes de pasajeros y de mercancías entre Europa y España a través del Corredor Mediterráneo.
El Corredor Mediterráneo, un proyecto estratégico
El Corredor Mediterráneo no solo es un proyecto estratégico para el transporte por ferrocarril, sino también para conectarnos a Europa. Y su desarrollo está vertebrando los territorios que atraviesa. Así pues, dotará de una mayor competitividad las empresas del Arco Mediterráneo y su área de influencia, potenciando el transporte de mercancías por ferrocarril. Es por eso que el Corredor Mediterráneo se ha convertido en una palanca de recuperación económica. Y es que se calcula que por cada euro invertido se generará un retorno de 3,5 euros. Y provocará un incremento del 2,2% del PIB hasta 2030 y creará ocupación.
Pero eso no es todo. El Corredor Mediterráneo también es una herramienta muy útil para luchar contra el cambio climático por su contribución a la descarbonización del transporte y la reducción de la huella de carbono. Este efecto reductor de la contaminación se traduce en una rebaja de hasta 5,5 de Tn/año de emisiones de CO₂ a la atmósfera.