El pasado miércoles, 10 de enero, se conmemoró el centenario del nacimiento del escultor vasco Eduardo Chillida (1924 - 2002) un artista del cual se pueden ver obras en varios países por todo el mundo. Su obra más conocida es seguramente 'Peine del viento', un conjunto de tres grandes estructuras de acero situadas en la costa de San Sebastián, integradas en el paisaje litoral, pero chillidas se pueden ver también en Berlín, Houston, Múnich, Palma, Bilbao o Madrid, entre otros. Y también en Barcelona, donde son tres las obras que se pueden admirar del artista vasco, dos de ellas situadas en el distrito de Ciutat Vella y la tercera y más impresionante, en el distrito de Gràcia.
De hecho, las dos obras situadas en el distrito de Ciutat Vella a menudo corren el riesgo de pasar desapercibidas a causa de los ámbitos donde están colocadas. La primera de ellas, 'Topos V', forma parte de la impresionante escenografía de la plaza del Rei, en el Barri Gòtic, donde no es necesariamente el elemento que llama a más atención, mientras la segunda es el mural 'G-333', situado en la plaza dels Àngels, en el Raval, donde queda en término secundario respecto del edificio del MACBA, principal reclamo visual del espacio. En cambio, la tercera obra, 'Elogio del agua', sí que está situada en un entorno que la hace destacar, pero al precio de estar bastante alejada del centro de la ciudad, en el barrio del Coll.
'Topos V', el confuso chillida de la plaza del Rei
Sin duda, 'Topos V' es la obra más visitada de Eduardo Chillida en Barcelona, gracias a su ubicación hipercéntrica, la plaza del Rei. Se trata de una escultura de hierro con unas medidas de 2,10 x 2,37 x 1,70 metros y consta de una superficie cerrada por dos lados con un remate de semicircunferencias que busca relacionar el sello de Chillida con el entorno medieval. Fue adquirida por el Ayuntamiento de Barcelona en 1986 en el marco de una exposición que la Fundació Miró dedicó al escultor e instalada en este entorno por petición del mismo autor, que proponía así un contraste entre la arquitectura medieval y la escultura contemporánea. Desafortunadamente, no solo a menudo pasa desapercibida, sino que incluso se han registrado malos usos, especialmente nocturnos, como el que delata uno de los nombres populares con que los barceloneses han bautizado la obra: 'L'urinari'.
'G-333', un mural en el entorno del MACBA
Aunque a Chillida se le relaciona básicamente con la escultura con metal, como es el caso de 'Topos V' y del célebre 'Peine del Viento', el escultor también trabajaba otros materiales y no se circunscribía únicamente a la escultura. Un buen ejemplo es 'G-333', un gran mural elaborado con más de 400 bloques de hormigón refractario en blanco y negro, de 15,55 x 5,91 metros instalado en un extremo de la plaza dels Àngels, junto a la calle Ferlandina -donde hasta los años noventa había habido el funcionarial edificio del Patronato de Apuestas Mutuas Deportivo Benéficas (PAMDB), que gestionaba las quinielas de fútbol-. El mural fue instalado en 1998, tres años después de la inauguración del Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA) con el objetivo de mejorar la integración del edificio de Richard Meier con el tejido urbano del Raval. Pero, como le pasa a 'Topos V', su ubicación en un entorno lo suficientemente singular lo convierte en un elemento secundario de la plaza dels Àngels.
'Elogio del agua', bien contextualizado, pero mal situado
La tercera obra de Chillida en Barcelona está situada en el distrito de Gràcia y, a diferencia de las otras dos, está situada en un entorno que la realza y la convierte en protagonista. Ahora bien, paga el precio de estar en una situación alejada del centro, en el barrio del Coll, lo cual provoca la paradoja de ser la obra más interesante de Chillida en la capital de Catalunya pero la menos visitada. Se trata de 'Elogio del agua', una monumental escultura de hormigón suspendida por enormes cables de acero en lo que hoy en día es el parque de la Creueta del Coll y antiguamente había sido una cantera de la que quedan unas paredes verticales en roca viva que conforman el marco idóneo para la escultura, que al mismo tiempo se refleja en el lago artificial que tiene justo debajo, un efecto del que ahora no es posible disfrutar a causa de la sequía.
'Elogio del agua', con unas dimensiones de 12 x 7,2 x 6,5 metros y un peso de 54 toneladas, se instaló en 1987 en un escenario hecho a medida en el parque de la Creueta del Coll, en el entorno dels Tres Turons. Se trata de una mole con cuatro brazos que se enrollan y que, según el autor, representa el mito de Narciso, enamorado de su propio reflejo en el agua. A pesar de su peso, da la sensación de ligereza gracias a la suspensión en el aire. Ahora bien, esta misma situación provocó un accidente en el año 1998, cuando se rompieron los cables que la sujetaban y cayó al suelo, provocando tres heridos. La obra no sufrió graves desperfectos y fue recolocada en su sitio, donde sigue siendo la obra de más interés y la menos conocida de los tres chillidas que hay en Barcelona.