Cuando el pasado mes de diciembre el Ayuntamiento de Barcelona anunció, con bombo y platillos, la compra de unos cincuenta bajos comerciales vacíos dentro del programa Amunt persianes, destinado a dinamizar espacios comerciales en desuso para actividades culturales y sociales, lo que más llamó la atención fue la adquisición del local de El Ingenio, histórico establecimiento especializado en la construcción de figuras de cartón piedra, como capgrossos. Con todo, pasados unos meses se ha desatado una tormenta por la compra de otros locales, un conjunto de 16 establecimientos situados justo detrás del mercado de Les Corts, donde, en contra de los requisitos del programa Amunt persianes, 14 de ellos no sólo no estaban vacíos, sino que están abiertos y con dedicación comercial.
Así lo han denunciado tanto ERC como JxCat, que han alzado la voz en contra de una operación que, lejos de querer revitalizar bajos comerciales en desuso, tiene todo la pinta ser una maniobra de especulación urbanística que le ha estallado al Ayuntamiento, un fiasco más de su gestión al frente de la capital catalana, con una acusación muy seria, la de facilitar mobbing inmobiliario. Según se denunció el martes, los locales comerciales, situados todos en el mismo inmueble de la calle Doctor Nubiola i Espinós, justo detrás del mercado de Les Corts, pertenecen a un solo propietario, que habría cerrado la venta con el Ayuntamiento por 3,2 millones de euros. El problema es que la mayoría están ocupados y con actividad económica. De hecho, se acusa al propietario de haber dado un ultimátum a los inquilinos para dejar los locales en dos meses para así cerrar la venta.
De hecho, en la audiencia pública del distrito de Les Corts, uno de los arrendatarios aseguró que a finales de marzo los inquilinos habían recibido burofaxes de la propiedad, instándoles a marcharse en dos meses para poder concluir el proceso de compra-venta con el Ayuntamiento el mes de junio. Por eso mismo, la presidenta del Grupo de Junts per Catalunya en Barcelona, Elsa Artadi, ha exigido explicaciones al gobierno Colau - Collboni, señalando que "cada vez tenemos más dudas y aumenta nuestra preocupación por la gestión" del programa Amunt Persianes para la recuperación de bajos comerciales. De hecho, señalan que de los 16 locales, "14 tenían actividad en marcha, y la mayoría no estaban a pie de calle, cuando dos de los requisitos más importantes del programa era que estuvieran en planta baja y estuvieran vacíos".
Asimismo, el líder de ERC en el Ayuntamiento, Ernest Maragall, ha denunciado este mal uso del programa, que precisamente fue una propuesta de Esquerra que fue incluida en los presupuestos del año 2021. "Estoy particularmente ofendido como ciudadano", ha declarado Maragall, que califica la gestión "de escándalo", de "barbaridad" y de actuación "inadmisible" de lo que considera "un mal gobierno". "Este es un gobierno que no nos merecemos", ha continuado. "No sé si eso sería malversación de recursos públicos, pero, en todo caso, es un pésimo uso de recursos públicos, y eso no es aceptable en la situación en la que estamos, las urgencias que tenemos y con el sentido que tenía la medida que habíamos propuesto", ha continuado.
Un club de aeromodelismo y un negocio de restauración de arte
Entre los locales afectados, que mantienen su actividad, hay entre otros una asesoría fiscal, un despacho de arquitectos, un centro de belleza, un club de aeromodelismo con 150 socios, una empresa de producción audiovisual o unas restauradoras de arte. Todos ellos, además del resto de negocios afectados, han recibido un burofax de la propiedad para que abandonen los locales en un máximo de 2 meses para así poder acceder a la compra del Ayuntamiento. Es decir, o el propietario o el ayuntamiento, o los dos, están favoreciendo una operación especulativa que comprende acciones de mobbing inmobiliario.