El gran corte veraniego de la L4 del Metro, que afecta a todo el tramo central entre las estaciones de Verdaguer y Bogatell ha empezado este lunes por la mañana entre colas, una cierta confusión de los usuarios y un gran despliegue de medios por parte de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). El esfuerzo informativo, sin embargo, no siempre consigue llegar a todo el mundo. Así, muchos usuarios se han mostrado sorprendidos cuando, a medio viaje por la L4 provenientes de Trinitat Nova, han escuchado por megafonía que Verdaguer es, a partir de hoy y por dos meses, la última estación de la línea por este lado, mientras que por el otro, de momento circula entre Bogatell y La Pau.
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Una vez en Verdaguer, entre cierta confusión, los viajeros que quieren proseguir viaje por la línea amarilla y no han sido lo suficientemente previsores de contar con alternativas, tienen que salir a la calle y coger el bus especial que hace el mismo recorrido, con parada próxima en cada estación hasta Verdaguer. TMB ha desplegado muchos informadores y personal que regula la fluidez de los usuarios y los dirige hacia la parada del Bus. Christian, uno de los empleados que regula las colas a la estación de Metro asegura que, a pesar de la "complicación de la operativa", la primera mañana está funcionando bien". Samir, parado en la cola para coger el metro hacia Trinitat Nova, reconoce que estaba "informado, pero me había olvidado de que empezaba hoy", y por eso ya asume que hoy llegará tarde.
Colas para coger el bus
En la calle Bailèn, donde está la parada del bus lanzadera, ha habido mucho movimiento a lo largo de la mañana, y no siempre lo suficientemente sincronizado. Sobre las ocho y media había tres buses, uno detrás del otro, con lo cual el encochado era fluido. A las nueve, en cambio, ha habido un momento sin buses que ha producido una larga cola que no se ha podido resolver hasta la llegada, casi al mismo tiempo, de dos buses articulados, de gran capacidad, que han desvanecido la cola en cuestión de segundos. Mientras espera el autobús, Araceli explica que "estaba informada" del corte y que tenía como alternativa para su destino el bus 47 pero que, de momento, ha querido probar el bus lanzadera a pesar de reconocer que "va muy lleno y es más lento que el Metro".
Maria Pilar, en la misma cola, admite que no tiene "nada de prisa" para llegar al Poblenou, de manera tal que esperará el bus y en Bogatell volverá a coger el metro, "con calma". Más preocupado se muestra David, que da por hecho que este lunes "llegaré tarde". Eso sí, ya se prepara para coger la L1 de Metro como alternativa a partir del martes, "y después iré andando hasta Bogatell, mi destino".
Cabe decir que en todo el ámbito de la estación de Verdaguer ha habido bastante personal destinado a facilitar el viaje a los usuarios y regular los flujos, con la esperanza de que, como suele pasar en estas situaciones, la gente se vaya acostumbrando a la situación, que en todo caso, es temporal y volverá a la normalidad a finales de agosto.