El urbanismo táctico, es decir, las reurbanizaciones provisionales efectuadas en varias vías de Barcelona como solución para dar más espacio a los peatones al precio de sustraerlo del espacio destinado a los vehículos privados, no sólo no desaparecerá a corto plazo de la ciudad, sino que todavía se hacen nuevas intervenciones, aunque se trata de unas acciones controvertidas que a menudo han provocado quejas vecinales. En este sentido, al mismo tiempo que en el Eixample se han eliminado una serie de intervenciones en las calles que han empezado ya las obras por convertirse en Eixos Verds dentro del proyecto de Superilla Eixample, la pintura de colores se ha trasladado en el sector de la Gran Via entre las calles Badajoz y Bilbao.

Un tramo de la Gran Via ha sido pintado con círculos de colores / Jordi Palmer

Así, mientras que en las calles de Consell de Cent, Girona, Rocafort y Comte Borrell ha hecho falta eliminar las trazas del urbanismo táctico, que todavía continúan vigentes en la calle Pelai, en otro punto de la ciudad, en el espacio liberado de tráfico de la Gran Via con la apertura del Túnel de les Glòries vive justo el camino contrario, nuevos espacios para peatones a base de pintar la calzada. De hecho, desde hace unos días que se puede ver a operarios trabajando en todo el sector de la Gran Via que da delante del Centre Comercial Glòries, a la espera de una inminente inauguración.

Los vecinos no lo ven claro

La intervención táctica, que tiene un coste de unos 400.000 euros, llega marcada por la provisionalidad. Tanto es así que el Ayuntamiento de Barcelona ya ha dado a conocer el proyecto de reurbanización definitiva, un futuro paseo verde de 50 metros de anchura con bastante presencia de árboles, que ofrecerán zonas de sombra que se intercalarán con espacios de arbustos que delimitarán nuevas zonas de juego y estancia con una configuración que prevé en el lado montaña -donde hay viviendas- un carril que integre el paso de bicicletas, el tráfico local y los vehículos de servicios, mientras que en el lado mar -donde está el centro comercial- habrá acera, carril de uso local y bicicletas y un espacio para el tranvía desdoblado y buses en doble sentido.

La intervención abarca la zona de la Gran Via liberada de tráfico por la apertura del Túnel de Glòries / Jordi Palmer

De hecho, es esta voluntad ya expresada por el ayuntamiento de hacer la urbanización definitiva a medio plazo lo que no convence a los vecinos, que consideran innecesario este paso provisional y lamentan que ahora se haga un gasto de casi medio millón de euros cuando en poco tiempo habrá que eliminarlo para dar paso a la intervención definitiva. Tal como recogió elNacional.cat en marzo, los vecinos consideran que no vale la pena hacer una intervención de urbanismo táctico, tal como ha anunciado el ayuntamiento: "No hace falta una intervención táctica, porque serviría para un año como máximo", ya que la intención del ayuntamiento es empezar las tareas definitivas la próxima primavera. En todo caso, y contra todo pronóstico, el urbanismo táctico persiste en Barcelona.