Coincidiendo con el inicio de las obras, este mes de septiembre, de tres nuevos edificios de vivienda cooperativa en Barcelona, dos de ellos en el ámbito de Can Batlló en el barrio de la Bordeta (Sants-Montjuïc), la recientemente creada Associació del Veïnat de Mossèn Amadeu Oller ha querido expresar su queja por la inminente desaparición de un jardín de uso público a causa del inicio de la construcción de uno de estos edificios, conocido como edificio Empriu. La entidad vecinal es la sucesora de la plataforma Salvem el Carrer Mossèn Amadeu Oller, que nació, precisamente, para salvar una zona ajardinada de uso público que se consiguió durante el franquismo y que, 'de facto', el Ayuntamiento de Barcelona había considerado históricamente como zona verde. En la actualidad, toda la zona afectada ya cuenta con unas vallas para poder proceder a la tala prevista de los árboles.
A pesar de los intentos de la plataforma de intentar parar el proyecto de edificio de vivienda cooperativa, una vez certificado que no habrá marcha atrás con respecto a la construcción y ya constituidos como a asociación vecinal, han dado a conocer esta semana un comunicado donde consideran que "el inicio de las obras y la inminente tala de los árboles marca la consumación de una chapuza urbanística y la pérdida irreparable de un espacio público histórico". La entidad recuerda que la construcción de Empriu afecta, además de parte del recinto de Can Batlló, una parte de la calle Mossèn Amadeu Oller ganada el año 1961 y la "pérdida de una parte importante del patrimonio histórico y social del barrio de la Bordeta".
"Sentimos una profunda indignación y una gran decepción por el desenlace de este despropósito", continúa el comunicado, que señala que las obras "comportarán la tala de los árboles mayores de la calle, árboles sanos de casi 50 años de vida," al mismo tiempo que lamentan que no se haya podido encontrar una solución consensuada con que permitiera la preservación de los jardines y la construcción del edificio". "Hoy nos encontramos ante una realidad irreversible, pero a pesar del sentimiento de rabia, tristeza e indignación, seguiremos luchando por mejorar nuestra calle y nuestro barrio", concluye el texto de la asociación de vecinos.
350 metros cuadrados de verde menos
El espacio público a punto de desaparecer se encuentra en la misma calle de Mossèn Amadeu Oller, en la acera que da a Can Batlló, hace unos 350 metros cuadrados y consta de parterres, varios árboles y bancos para sentarse en un ensanchamiento de la acera que quedó fuera de la construcción del antiguo recinto fabril al tratarse de unos terrenos por donde transcurría un tramo del Canal de la Infanta, que durante el siglo XIX y parte del XX abastecía Sants de agua del río Llobregat, que quedó fuera de uso, y que fue cedido a los vecinos por el ayuntamiento franquista de Barcelona el año 1961 y que ahora, con la nueva urbanización del recinto, desaparecerá de forma inminente.