Cuando el pasado julio el Ayuntamiento de Barcelona anunció que había desencallado la situación del parque de Bomberos del Eixample, que desde el 2010 está situado en el parque de Joan Miró en situación de provisionalidad, quizás no se esperaba que la ubicación que pretendían como definitiva originara un movimiento de oposición, pero el hecho es que, a raíz del anuncio de reubicación en la manzana triangular formada por las calles Urgell y Londres y la avenida Sarrià, donde ahora hay una gasolinera y un concesionario de coches, los vecinos de la zona decidieron movilizarse para oponerse al proyecto y reclamar que esta manzana se convierta en zona verde.

Este miércoles, los vecinos, constituidos en Asociación en defensa de la zona verde Londres-Av Sarrià-Urgell ha presentado más de 600 alegaciones contra lo que califican de "polémica modificación" del Plan General Metropolitano (PGM) por parte del Ayuntamiento. Con los balcones de los edificios próximos a este espacio cubiertos de pancartas en contra de la reubicación del parque de Bomberos, miembros de este colectivo han dado a conocer su posicionamiento, apuntando se trata de unos solares destinados a zona verde según el PGM mientras que, con la reubicación del parque de Bomberos se incluirá también un edificio de una altura considerable, once plantas, destinado a oficinas.

"Hay una oposición frontal del barrio a la iniciativa", han apuntado a los representantes del colectivo vecinal, para añadir que en caso de que se apruebe el MPGM -que ha pasado la aprobación inicial y está pendiente de la definitiva- están dispuestos a presentar un contencioso-administrativo, avisan, apuntando a "irregularidades" en el proceso. "Esta recalificación vulnera la ley de protección especial de espacios verdes y se ha llevado a cabo sin garantizar ningún mecanismo de participación ciudadana y considerar las necesidades del vecindario", apuntan, para remarcar que la construcción del edificio "cambiará para siempre de forma unilateral" el barrio y "a través de un proceso pleno de irregularidades y opacidad".

Los vecinos ven "irregularidades"

Los vecinos consideran que el convenio del consistorio con la empresa Quadis-Mercedes es "ilegal" según la ley de protección especial de los espacios verdes. "Con los años se nos dará la razón y será tarde, como ha pasado con el cuartel de Joan Miró," indican. También ven un "proceso irregular" con una compensación "desproporcionada" a la empresa, y una "falsa presunción de interés general" al "aplazar la construcción del cuartel a la finalización previa del edificio hecho a medida por una empresa privada". También ven "irregularidades" en el proceso, por ejemplo sobre el valor de la expropiación. "Falta un informe del valor de la expropiación hecho por una entidad independiente que ayude a valorar la proporción del retorno que obtendrá la empresa privada", dicen. También ven una "irregularidad clara para beneficiar una empresa privada" en el hecho de que se otorgue en la empresa Luidan una edificabilidad añadida de 2.100 metros cuadrados por "evitar que la cesión obligatoria del 15% para nuevas promociones les afecte".