Los vecinos del Park Güell se movilizan en contra del desfile que la firma de moda Louis Vuitton tiene previsto celebrar en el recinto monumental el 23 de mayo. Una sesentena de personas equipadas con silbatos y tambores han empezado una protesta ruidosa este miércoles en el interior del parque para mostrar su rechazo a la privatización del espacio. Si nada cambia, el gigante de la alta costura presentará el jueves su colección Crucero 2025 en el marco de las actividades de promoción de la Copa América de Vela. Durante los preparativos del acontecimiento, el equipo logístico de la marca provocó varios desperfectos, uno de ellos a un tramo de las escaleras que unen la plaza central del parque, hecho encendió todavía más a los opositores al proyecto. El Park Güell es patrimonio de la humanidad por la Unesco y se considera una de las obras más importantes de Antoni Gaudí.

Esta es la primera de las dos movilizaciones que los vecinos quieren llevar a cabo contra el desfile. La segunda protesta será el jueves 23 de mayo y coincidirá con el acontecimiento. Los convocantes han citado a los manifestantes a las siete de la tarde, justo una hora antes del inicio del show. Algunas de las quejas han venido de parte de vecinos de la Salud, que hacen uso del parque en su día a día, y también de miembros de la escuela Baldiri Reixac, que se sitúa en el interior del recinto. Los contrarios se han quejado además de las restricciones de movilidad impuestas a vehículos y peatones fuera del parque la jornada del acto.

Los manifestantes denuncian la "inacción" del Govern

Los contrarios al acontecimiento han criticado la gestión del Govern, a quien han acusado de "inacción" ante los primeros desperfectos ocasionados. Los asistentes defienden que Patrimonio tendría que haber pedido medidas cautelares para proteger el recinto monumental y sospechan que los responsables cometerán más imprudencias en espacios con gran valor arquitectónico como la sala hipóstila. Aparte, exigen a la administración ver el contrato de la cesión del espacio porque aseguran que cuando una entidad ha pedido llevar a cabo una actividad en el parque el permiso siempre se les ha denegado. La crítica al ejecutivo catalán la hacen extensiva al Ayuntamiento de Barcelona. Aparte, un representante del AFA de la escuela Baldiri i Reixac se ha reunido ya con la Sindicatura de Greuges para que estudie el caso.