Can Raventós es una finca privada situada en el corazón de Sarrià, entre las calles de Bonaplata y Fontcoberta, que además de una de las pocas masías supervivientes de Barcelona incluía hasta hace cuatro días un exuberante jardín con más de una veintena de árboles, buena parte de los cuales ya han sido talados para preparar el terreno a una promoción inmobiliaria que prevé la construcción de una cincuentena de pisos de lujo. Se trata de una operación que contó con el visto bueno del Ayuntamiento de Barcelona ahora hace tres años, pero que ha contado con una firme oposición vecinal, aglutinada en torno a la Plataforma Can Raventós, a la cual se han sumado ahora varias personalidades y caras conocidas de Sarrià, que han sumado esfuerzos con un objetivo común, detener la destrucción del jardín y conseguir que pase a ser de uso público.

En una lucha similar a la que se vivió en la Vila de Gràcia con el caso de las casitas de Encarnació, los vecinos han manifestado en varias ocasiones a lo largo de los últimos años su oposición a la conversión de los jardines en nuevas viviendas, pero ahora que la maquinaria ya ha entrado en la finca y han empezado los trabajos previos al inicio de la construcción, ha hecho falta redoblar esfuerzos por detener la destrucción e insistir en la posibilidad de que el consistorio convierta en refugio climático el jardín, o lo que todavía queda de él. En este sentido, basta con pasar por los alrededores de la finca para comprobar como todo el perímetro está lleno de pintadas que reclaman que el espacio se conserve y se abra al público.

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Parte de los árboles ya han sido talados para preparar la construcción de pisos de lujo / Foto: Jordi Palmer
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Pancarta en contra de la destrucción del jardín y a favor de una permuta que permita que la finca pase a ser de uso público / Foto: Jordi Palmer

Además, también se ha iniciado una campaña para dar a conocer la problemática, a la que se han sumado algunos vecinos conocidos, como el actor Bruno Oro, la presidenta del Ateneu Barcelonès, Isona Passola, el doctor Eduard Estivill o el líder de ERC en Barcelona, Ernest Maragall -partido que votó en contra de la construcción de los pisos cuando se debatió en el pleno municipal en septiembre de 2020, que tiró adelante con los votos favorables de BComú, PSC y Barcelona pel Canvi y la abstención de Junts, PP y Cs-. Todos reclaman que continúen los esfuerzos por parte del ayuntamiento, que hasta hace unas semanas negociaba con la constructora, sin éxito- para salvar los jardines.