La reforma de la Rambla de Barcelona sigue favoreciendo la aparición de restos arqueológicos. Las obras, que empezaron en octubre del 2022 ya habían hecho aflorar varios restos fechados entre los siglos XV a XVIII, entre las cuales cimientos y pavimentos originales del antiguo cuartel de les Drassanes, así como restos del semibaluarte que conectaba con la muralla de Mar y cimientos de viviendas construidos en la parte interior de la muralla medieval de la Rambla. Ahora, en la continuación de las intervenciones arqueológicas, se han podido recuperar restos de la misma muralla medieval de Barcelona en el tramo inferior de la Rambla. Se trata de un sector de hasta unos veinte metros, excavado en varios puntos, que ahora se ha podido documentar y catalogar, aunque a medida que avancen las obras volverán a quedar soterradas.

La intervención arqueológica es habitual en caso de obras, porque como ha puntualizado Xavier Maese, arqueólogo del Servicio de Arqueología de Barcelona, "la arqueología forma parte de las obras" y, por lo tanto, no se tiene que entender nunca como un factor externo que las pueda retrasar sino como una parte intrínseca de estas, además de destacar el "valor patrimonial" de los restos. En todo caso, la zona entre el portal de la Pau y el portal de Santa Madrona es una zona de alta expectativa arqueológica, y por eso ya se hicieron informes preliminares que preveían hallazgos de importancia. De hecho, toda la zona tuvo un uso militar y eso, según ha señalado Carles Carbonell, director de la excavación, "quiere decir que hay planos de todo".

Tramo del muro de la muralla medieval de la Rambla de Barcelona, visto desde la parte interior de la ciudad / Foto: Anna Gibert
La presencia de un quiosco, así como los árboles de los alrededores, impiden que se pueda excavar en toda la zona / Foto: Anna Gibert
Un arqueólogo trabaja en uno de los puntos de excavación. El muro que se ve en segundo término corresponde a la muralla medieval, mientras que el del primer término formaba parte de una antigua escalera de acceso a la muralla / Foto: Anna Gibert

En todo caso, en las últimas actuaciones se han podido recuperar paredes de la muralla del siglo XIII, la que hizo construir Pedro el Grande a partir del año 1285 para sustituir una empalizada anterior con torres de madera que rodeaba el casco antiguo de la ciudad. Esta muralla por el lado Llobregat seguía el recorrido de la riera que conformaba la Rambla, y por eso el hallazgo también es importante desde el punto de vista de documentar como se empezó a urbanizar la Rambla que actualmente conocemos. Es importante observar, en este sentido, que la muralla descubierta estaba muy cerca de lo que ahora es la acera del lado Llobregat, donde quedaba la riera ya fuera del muro, mientras que toda la parte de la actual Rambla hasta la acera Besòs estaba llena de casas que desaparecieron a medida que se urbanizó este paseo, incluido el derribo de la propia muralla a partir del siglo XVIII, teniendo en cuenta que esta fortificación quedó obsoleta cuando se procedió a ampliar la muralla en el Raval, ya en el siglo XIV.

 

Sobre el terreno se pueden apreciar varios puntos de la muralla, con cimientos que llegan hasta los tres metros de profundidad de unos muros que se levantaban hasta cinco o seis metros sobre el nivel de la calle. También hay restos de dos de las torres de defensa, pero según indican los responsables de la obra, hay que tener en cuenta que "la presencia de árboles, un quiosco y varios servicios" complican que se pueda excavar más. Eso sí, como ha explicado Maese, en estas intervenciones se ha procedido a excavar más perímetro de donde estaba previsto encontrar restos con el objetivo de poder "documentar mejor" toda la zona.

Patio de armas del cuartel de les Drassanes

Asimismo, la intervención ha servido para profundizar en el conocimiento del cuartel de les Drassanes, que ahora hace un año ya se empezó a excavar. Aunque parte de lo que se encontró hace un año ya ha vuelto a quedar soterrado, se ha ampliado la excavación justo delante de la Comandancia Naval, donde actualmente se puede ver una parte importante del pavimento del patio de armas del antiguo cuartel. Se trata de una edificación construida en 1792 y derribada en 1935, razón por la cual se tiene bastante conocimiento de cómo era y qué espacio ocupaba, que ahora se ha podido documentar con los restos encuentrados.

Carles Carbonell, director de la excavación, muestra a los medios los últimas hallazgos / Foto: AnnaGibert
Patio de armas del antiguo cuartel de Drassanes, delante del edificio de la Comandancia Naval. En la imagen se aprecia el corte provocado por el paso de un antiguo colector, que será utilizado para pasar conductos de servicios sin estropear los restos patrimoniales / Foto: Anna Gibert

Estas actuaciones arqueológicas continuarán en el resto de la obra de la Rambla, que se alargará hasta el 2027. Con todo, las posibilidades que aparezcan restos de importancia en próximas fases de la reforma disminuirán, ya que pronto se llegará a una zona donde el subsuelo está ocupado por los túneles de la L3 del Metro, que suben por la Rambla a partir del portal de Santa Madrona, donde está la estación de Drassanes. Con todo, Carbonell ha señalado la probabilidad de que aparezcan "tramos seccionados de la muralla" en varios puntos del paseo.