La reforma de la Via Laietana anunciada al principio de la semana por el ayuntamiento de Barcelona, que, aparte de la retirada de la estatua del negrero Antonio López, incluye cambios limitados como la eliminación de las semi-rotondas de la plaza Antoni Maura, queda bastante lejos de la actuación integral en esta avenida esperada por los residentes, un hecho que amenaza de provocar la primera grieta entre el acuerdo de gobierno entre BComú y PSC, precisamente cuando la alcaldesa, Ada Colau, se encuentra de baja de maternidad y ocupa su cargo, de manera accidental, el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello.
Efectivamente, a las críticas de la oposición a la tímida reforma, encabezadas por el grupo Demòcrata que considera los cambios anunciados como "inadmisibles y una tomadura de pelo" y seguidas por el resto de grupos, se han sumado, inesperadamente, las del socio de gobierno municipal, el PSC. Daniel Mòdol, concejal de Arquitectura, Paisaje Urbano y Patrimonio, ha calificado de "parche" los cambios en la principal avenida de Ciutat Vella, criticando que no configuran una reforma "de consenso" y añadiendo, además, que su grupo se ha enterado de estas actuaciones por la prensa, un toque de atención significativo en tanto que proviene de un miembro del mismo equipo de gobierno municipal.
Pisarello cierra la herida
Este hecho ha obligado al alcalde accidental, Gerardo Pisarello, a salir al paso y tratar de cerrar la herida, asegurando que, a pesar de las palabras de Mòdol, el PSC estaba al corriente de las reformas anunciadas, asegurando que la propuesta "sale de Ciutat Vella y los consejeros del PSC están favor", pero añadiendo que, en todo caso, puede haber habido "un desajuste en la información", para recordar, además, que las actuaciones anunciadas son sólo un primer paso con la voluntad de acometer en la próxima legislatura la reforma integral.
"Nos pondremos de acuerdo, porque el proyecto de fondo lo compartimos absolutamente, y lo compartimos con otras fuerzas de la oposición", ha concluido el alcalde accidental, que ha negado ninguna crisis o fractura en el gobierno municipal, quitando importancia a las declaraciones de Mòdol.
Con todo, el "desajuste en la información" a que ha hecho referencia Pisarello denota cuando menos una falta de comunicación entre los dos socios de gobierno que por primera vez se ha hecho pública y notoria.