La reforma y reurbanización de la Rambla ha hecho aflorar varios restos arqueológicos, como parte de la muralla medieval a la altura de una de las puertas de la ciudad, la de Trentaclaus, así como otras más modernas, como la existencia de adoquines y vías de tranvía bajo la capa de asfalto, un tipo de hallazgos muy habitual en una ciudad que pasó del empedrado a la cimentación de las calles por la vía rápida, es decir, superponiendo una capa a la otra, sin retirar la anterior ni, tampoco, retirar las vías de un tranvía que recorría toda la ciudad. Ahora bien, a diferencia de la actuación hecha en la calle Girona, donde en el marco de la creación del Eje Verde se recuperó un tramo de las antiguas vías, en la Rambla no se hará ninguna actuación de este tipo.
Según ha avanzado este martes Betevé, fuentes del consistorio han señalado que los restos de las vías encontradas serán retirados, ya que no tienen ningún tipo de interés y, por lo tanto, no se destinarán a ningún uso, ni siquiera el de la conservación en el mismo lugar o en algún otro destino. Este posicionamiento del consistorio llega después de que la cuenta de la red social X @transportcat, siempre atenta a la localización de restos ferroviarios en la ciudad de Barcelona, lamentara este mismo lunes que las vías afloradas estuvieran siendo arrancadas. La misma cuenta, por cierto, está pendiente de la posibilidad de que afloren restos de la antigua estación de Metro de Ferran, situada a la altura de esta calle en la misma Rambla y que estuvo en servicio entre 1946 y 1968, cuando fue suprimida al prolongar la línea hacia Drassanes.
La transformación de la Rambla empezó a mediados de junio un cambio de fase importante, una vez se cambió el plan original de ir reurbanizando por secciones de mar a montaña para hacerlo en tres zonas, primero la acera del Barri Gòtic, después la acera del Raval y finalmente el paseo central, con el objetivo de acelerar las obras y tenerlas terminadas en la mitad del tiempo inicialmente previsto, es decir, en 2027 y no en 2030. De momento, pues, se trabaja en la acera de la parte del Barri Gòtic, que está donde han aflorado todos estos restos arqueológicos, desde la muralla medieval hasta las vías del tranvía.