El yoga es una de las disciplinas deportivas que mejor combina los beneficios físicos con los mentales y emocionales. Practicar este deporte de manera regular te garantiza un cuerpo más flexible y una mente más fuerte. Pero ¿cuáles son las posturas de yoga que todo el mundo debería conocer? Toma nota.
Posturas de yoga imprescindibles para el día a día
Se dice que el yoga, más que una práctica deportiva, es un estilo de vida. Los que conocen bien este deporte hablan de él como una manera de relacionarnos con nuestro propio cuerpo. La respiración es la clave para escuchar nuestra mente, calmarla y mejorar así la elasticidad de músculos y articulaciones.
Aunque es cierto que existen diferentes tipos de posturas de yoga o asanas según el nivel de experiencia de la persona. También existen algunos movimientos que son imprescindibles para cualquier amante del yoga, sin importar su nivel.
El yoga combina los beneficios físicos con los mentales y emocionales
Flexión hacia adelante o Padahastasana
Esta es una flexión de caderas y columna que proporciona un estiramiento profundo de toda la musculatura posterior del cuerpo. Gracias a este movimiento hacia adelante, se relajan los tejidos y se reduce la actividad del sistema nervioso favoreciendo así la calma. Para ello, solo tienes que colocarte de pie con las piernas rectas. Inclina la cintura hacia adelante llevando las manos hacia el suelo. El cuello ha de estar relajado. Si no llegas a meter las manos bajos los pies, puedes flexionar las rodillas todo lo que sea necesario. Respira y disfruta del efecto calmante de esta postura.
Extensión hacia atrás o Bhujangasana
Al contrario que el movimiento anterior, esta postura tiene un efecto activador del cuerpo. Seguro que la conoces mejor como la posición de la cobra. Para realizar esta asana de forma correcta tienes que tumbarte boca abajo en el suelo. Coloca las palmas de las manos sobre la esterilla y empuja a la vez que elevas el pecho utilizando los músculos de la espalda, pero sin llegar a despegar el abdomen. Respira y deja que la energía llene todo tu cuerpo.
Torsión de columna o Jathara Parivartanasana I
Se trata de una postura de yoga muy recomendada para después de tu rutina deportiva diaria. Su efecto es muy relajante y equilibrante. Colócate en el suelo boca arriba, con los hombros apoyados sobre la esterilla y los brazos en cruz para abrir bien el pecho. Estira las piernas y gíralas al lado contrario de la cabeza. Una vez ahí, respira profundamente mientras notas como todos los músculos se estiran. Puedes sujetar las piernas a la altura de tus posibilidades; es decir, por los pies, los gemelos o las rodillas. Recuerda que en el yoga nunca se debe forzar la posición.
Luna creciente o Anjaneyasana
Esta postura permite estirar la columna, abrir las caderas y el pecho y fortalecer el tren inferior del cuerpo. Recibe el nombre de luna creciente porque, al realizar esta asana, la figura del cuerpo adopta una posición arqueada en forma de media luna. Requiere de mucha concentración, ya que para realizarla bien es importante tener equilibrio. Colócate de rodillas con una de tus piernas adelantada. Apoya las manos en el suelo y relaja los hombros. Inclina muy lentamente el tronco hacia adelante, al tiempo que estiras la parte trasera de la pierna que no tienes adelantada. Mantén la planta del pie totalmente apoyada en el suelo. Respira y estira los brazos detrás de la cabeza, arqueando la espalda y con la vista hacia arriba. Une las palmas de tus manos y aguanta la postura unos 30 segundos. Regresa lentamente a la posición inicial y observa cómo te sientes.