Para muchos, el bicarbonato puede ser solo un ingrediente para hacer algunos platos, pero en realidad es uno de los ingredientes más versátiles de la cocina.
El bicarbonato de sodio puede encajar fácilmente en cualquier papel; desde curar una picadura de insecto hasta tratar una quemadura solar, es un antiácido increíble, además de ser un buen limpiador para toda la casa.
Por sus propiedades antisépticas y alcalinas, puede solucionar muchas situaciones de salud. Además, es muy barato y seguro para el consumo. Si no conoces los muchos usos del bicarbonato de sodio, sigue leyendo porque te los contamos a continuación.
Bicarbonato como pasta de dientes
Si te ha acabado la pasta de dientes, el bicarbonato de sodio puede ser de gran ayuda. Debido a su leve abrasividad, es una pasta de dientes de lo más adecuada con cualidades blanqueadoras. Todo lo que necesitas hacer es combinarlo con aceite de coco y aceite de menta y después cepillarte con agua. Sin embargo, no se recomienda que lo uses con demasiada frecuencia, ya que puede dañar el esmalte dental si se usa en exceso.
Como desodorante natural
Se sabe que el bicarbonato absorbe los malos olores, por lo que si no tienes tu desodorante favorito, como medida rápida y de emergencia, te puedes aplicar un poco de bicarbonato en las axilas y ver cómo absorbe el mal olor. Aparte de eso, puede aplicarlo en zapatos, calcetines, cajones, neveras, microondas y desagües. Todo lo que necesitas hacer es mezclar zumo de limón con bicarbonato de sodio y frotarlo.
Remedio casero para el ardor
Si sufres de acidez estomacal, el bicarbonato es una de las mejores soluciones porque tiende a neutralizar el exceso de ácido en el estómago.
Es un gran exfoliante
El bicarbonato de sodio actúa como un exfoliante increíble, gracias a su textura ligeramente gruesa. Te basta con humedecer el bicarbonato con un poco de agua, frotar las células muertas de la piel y ver cómo luces una piel radiante.
Para los hongos, el mal olor y las durezas de los pies
Tus pies están más expuestos a la suciedad, el sudor, el sol y otros agentes externos, por lo que tu piel puede endurecerse, te pueden salir hongos en las uñas de los pies y puedes sufrir mal olor. Basta con que sumerjas tus pies en agua tibia mezclada con un poco de bicarbonato durante unos 15-20 minutos y verás cómo salen limpios y frescos.