Hablamos de perder grasa en vez de peso porque es lo que realmente quieres perder. Se recomienda no fijarse únicamente en lo que dice la balanza y poner mucha más atención en tu porcentaje de grasa corporal. No es raro que al empezar un programa de entrenamiento tu peso no baje o incluso aumente porque estás ganando músculo a la vez que pierdes grasa, por lo que si sólo miras tu peso te sentirás frustrado cuando en realidad estás progresando significativamente.

Se recomienda no fijarse únicamente en lo que dice la balanza y poner mucha más atención en tu porcentaje de grasa corporal

El espejo y las mediciones de ciertas partes de tu cuerpo son mejores indicadores de tu avance. Si sientes que estás haciendo tu mejor esfuerzo y aún así la grasa sigue ‘pegada’ a tu cuerpo, es casi seguro que te pasa alguna de estas cosas:

1) Comes demasiado azúcar

Vigila el azúcar que consumes, en bebidas/refrescos, en dulces, en tu café / te… El azúcar refinado es una de las ‘invenciones’ nutricionales más dañinas y adictivas para nuestro cuerpo.

2) Comes demasiadas harinas

Las harinas, especialmente las refinadas, son poco saciantes, y hacen que comas más sin darte cuenta. Si comes mucho pan o pasta, intenta limitarlos durante un tiempo. Prioriza hidratos de carbono buenos, principalmente vegetales, tubérculos y algunas frutas.

Harinas
Harinas

3) Tomas mucha leche

Si has eliminado el azúcar y las harinas, y aún así la grasa se resiste, es posible que el problema sea demasiados productos lácteos en tu dieta.

Aunque los lácteos aportan beneficios a las personas que los toleran bien, hay mucha gente que, a pesar de no mostrar síntomas visibles, tiene problemas para procesarla, generando inflamación en el organismo y mayor tendencia a ganar peso. Prueba a reducir la leche un tiempo y es posible que te ayude a perder peso.

4) Tomas muchos productos procesados

No hagas caso de las etiquetas con mensajes ‘saludables’ que ves en los productos empaquetados. Si viene en un envase bonito y tiene más de 4 ingredientes seguramente no sea bueno para tu salud. Si el fabricante tiene que gastar millones en publicidad para convencerte de lo sano que es, seguramente no lo sea. Come comidareal’, que tus abuelos reconocerían, y olvídate de los ‘nuevos’ productos envasados.

5) Estás estresado

Estar sometido a un estrés continuo genera niveles elevados de cortisol en sangre, lo que se traduce en mayor tendencia a acumular grasa y mayor dificultad para ganar músculo.

6) Duermes poco

Si duermes menos de 7 horas al día te será difícil perder grasa. El cuerpo necesita descansar para recuperarse. Además, hay muchos estudios que asocian la falta de sueño con niveles bajos de leptina, que lanza mensajes de saciedad a tu cerebro. Si duermes poco por tanto tardarás más en sentirte lleno y comerás más. Este es sólo un ejemplo; dormir poco impacta múltiples hormonas y por tanto tu capacidad para mantener una buena salud.