Ya ha llegado la primera época de calor del año con temperaturas récord y próximamente, con el verano, las temperaturas van a estar muy arriba muchas veces. Una de las peores partes de que llegue un calor sofocante es la de que se hace difícil dormir, algo que afecta al descanso, al sueño y a poder llevar un día a día normal. Además, no ser capaces de conciliar el sueño durante varios días afecta no solo al descanso sino al sistema nervioso.

Por eso, a continuación vamos a ver 7 medidas que pueden tomarse para aliviar las dificultades para dormir provocadas por el calor.

  • Pon tu funda de almohada en el congelador

Uno de los métodos más extraños pero efectivos para enfriar la cama es poner la funda de la almohada en el congelador. Simplemente, coloca la funda de tu almohada en una bolsa de plástico limpia y déjala en el congelador entre 10 y 15 minutos. Tu cama se sentirá instantáneamente más fresca y el efecto refrescante durará mucho después de que te vayas a dormir. También puedes probar este truco con tu pijama.

  • Frótate un cubito de hielo en las muñecas

Olvídate de la frente. Mantente fresco frotando un cubito de hielo en tus puntos de pulso. Estas son las áreas donde los vasos sanguíneos están lo suficientemente cerca de la piel para que puedas sentir el pulso, incluidas las muñecas, el cuello, la parte interior del codo y la parte posterior de las rodillas. Mantener fríos los puntos del pulso ayuda a bajar la temperatura corporal.

  • Bebe una manzanilla caliente en una ducha fría

Beber una manzanilla es perfecto para relajarse, pero una bebida caliente antes de acostarte puede hacerte sentir demasiado caliente para dormir. En su lugar, lleva un frasco de manzanilla al baño y bébelo durante una ducha fría. Esto te permite obtener los beneficios de la bebida naturalmente relajante mientras mantienes fresca la temperatura de tu cuerpo.

  • Consigue un pulverizador para tu cara

Aunque se usa más habitualmente para rociar las plantas, un pulverizador es la manera perfecta de refrescarse rápidamente por la noche. Mantén uno al lado de tu cama para un alivio rápido y refrescante cuando sientas demasiado calor. Un par de aerosoles en la cara deberían ser suficientes.

Pulverizador de agua / Pixabay
  • Lava tus sábanas dos veces por semana a 60° C

El calor puede causar una acumulación de gérmenes que acechen tu ropa de cama, ya que sudas mucho más en las noches de verano. Esto da como resultado una acumulación de bacterias y células de la piel, además de todos los demás gérmenes que entran en tu cama, como los ácaros del polvo, el polen y el pelo de las mascotas, en el que caso de tenerlas.

Si sudas con frecuencia en la cama, cambia las sábanas dos veces por semana para evitar meterte en una cama sucia y potencialmente húmeda por la noche. Lava siempre su ropa de cama a 60 °C o más, ya que esta es la temperatura que mata las bacterias.

  • Cierra las cortinas pero abre tus ventanas

Mantén las cortinas cerradas durante el día para evitar que el sol entre y caliente tu dormitorio. Sin embargo, puedes abrir tu ventana para mejorar el flujo de aire. Cualquier corriente que se produzca proporcionará más frío que la temperatura a la que esté tu habitación.

  • Saca tu edredón de la funda

Como alternativa, puedes sacar tu edredón y simplemente dormir con la funda. Es lo más parecido a hacerte con ropa de cama nueva.