Según un estudio llevado a cabo por investigadores de las universidades de Penn State y la Texas State University, la salud de los adultos mayores de las generaciones más recientes es peor que la de los de las mismas edades que les precedieron en el tiempo.

El profesor de Sociología y Demografía de Penn State, Steven Haas, afirma que ya antes de la pandemia que ha paralizado el mundo en los dos últimos años, empezaron ya a ver cómo la esperanza de vida de las personas de mediana edad en los Estados Unidos estaba sufriendo una reversión de más de un siglo, aunque es en los últimos 30 años cuando se está notando más.

El estudio

El estudio se ha publicado en The Journals of Gerontology y para el mismo, los investigadores examinaron datos sobre adultos de 51 años o más del Estudio de Salud y Jubilación, una encuesta representativa a nivel nacional de estadounidenses que envejecen.

El trabajo científico midió la multimorbilidad teniendo en cuenta nueve condiciones crónicas: enfermedad cardíaca, hipertensión, accidente cerebrovascular, diabetes, artritis, enfermedad pulmonar, cáncer (excluyendo el cáncer de piel), síntomas depresivos altos y deterioro cognitivo. Los investigadores también exploraron la variación en las condiciones específicas que impulsan las diferencias generacionales en la multimorbilidad.

Mujer de mediana edad / Pixabay

Conclusiones

Descubrieron que las generaciones más recientes de adultos mayores tienen más probabilidades de sufrir una mayor cantidad de afecciones crónicas y experimentar su inicio en edades más tempranas.

Así, al comparar a los nacidos entre 1948 y 1965, denominados baby boomers, con los nacidos durante los últimos años de la Gran Depresión (entre 1931 y 1941) a edades similares, los primeros mostraron un mayor número de condiciones de salud crónicas. Además, también reportaron dos o más condiciones de salud crónicas a edades más tempranas.

Entre los adultos con multimorbilidad, la artritis y la hipertensión fueron las condiciones más prevalentes para todas las generaciones, y se encontró evidencia de que los síntomas depresivos altos y la diabetes contribuyeron a las diferencias generacionales observadas en el riesgo de multimorbilidad.

Según Nicholas Bishop, profesor de la Texas State University, las generaciones posteriores han tenido acceso a la medicina moderna más avanzada durante un mayor período de sus vidas, por lo que se espera que disfruten de una mejor salud que los nacidos en generaciones anteriores. En palabras de Bishop, aunque esto es parcialmente cierto, los tratamientos médicos avanzados pueden permitir que las personas vivan con múltiples afecciones crónicas que hace años habrían resultado fatales, lo que podría aumentar la probabilidad de que una persona experimente multimorbilidad.

En el mismo sentido, Bishop añade que los adultos mayores en generaciones más recientes también han tenido una mayor exposición a factores de riesgo para la salud como la obesidad, lo que aumenta la probabilidad de sufrir enfermedades crónicas. Los avances médicos también se han visto acompañados por una mejor vigilancia y medición de la enfermedad, lo que ha llevado a la identificación de afecciones crónicas que antes no se diagnosticaban.