Los incendios forestales siguen causando estragos cada verano y el del Pont de Vilomara es otro de esos fuegos que causa una enorme impotencia entre los vecinos, que ven cómo se queman tantas hectáreas de naturaleza. Pero es que además, los incendios no solo deben preocuparnos por lo más evidente, las llamas, sino que también el humo del fuego es peligroso. El humo puede recorrer largas distancias y dañar nuestra salud cuando lo inhalamos.
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Por qué el humo es tan peligroso
La parte más peligrosa del humo de los incendios forestales son las partículas microscópicas que pueden penetrar profundamente en los pulmones. Pero los incendios no solo dejan partículas muy pequeñas suspendidas en el aire, sino que también producen gases nocivos a partir de la combustión de materiales orgánicos.
Las partículas microscópicas y los gases nocivos son los elementos más perjudiciales y peligrosos de los incendios para cualquiera. Y es que incluso las personas con buena salud pueden verse perjudicadas por los efectos de un ambiente lleno de humo.
Los síntomas respiratorios más habituales son la tos, las sibilancias, la dificultad para respirar y el dolor de garganta. Pero también pueden producirse otros síntomas como el escozor en los ojos, la secreción nasal, el cansancio o el dolor de cabeza. Asimismo, los expertos afirman que estar expuesto al humo de los incendios puede implicar un mayor riesgo futuro de contraer una gripe o el covid.
Quién corre más riesgo
El humo de los incendios forestales puede empeorar ciertas condiciones entre los que se encuentran problemas pulmonares como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Si sufres asma y/o EPOC, hay que seguir las recomendaciones del médico con respecto al uso de sus medicamentos inhalados y también es importante mantenerse bien hidratado en condiciones de mucho calor, porque la deshidratación puede empeorar el asma y la EPOC.
Además, en los entornos cercanos a los incendios, las personas con enfermedades cardiovasculares también pueden tener más probabilidades de experimentar dolor en el pecho, palpitaciones, dificultad para respirar o fatiga debido al humo. Los diabéticos también pueden correr un mayor riesgo, ya que a menudo tienen una afección cardíaca subyacente. Por ultimo, los niños (cuyos pulmones todavía están creciendo) y las mujeres embarazadas también pueden correr más riesgo.
Cómo protegerse contra el humo
A continuación mostramos qué se puede hacer para limitar los efectos nocivos del humo de los incendios forestales:
- Permanecer en el interior
Evita la exposición a estos elementos, si es posible, manteniéndote alejado de las áreas llenas de humo o permaneciendo en el interior y limitando las salidas al aire libre solo para necesidades muy importantes.
- Usa una mascarilla
Si es necesario que salgas al aire libre, se recomienda usar una mascarilla protectora alrededor de la boca y la nariz. Las mascarillas contra el covid son válidas, ya sean quirúrgicas o de tela.
- Mejora la calidad del aire interior
Cierra las ventanas y puertas cuando estés en el interior. Encender el aire acondicionado con un buen sistema de filtración también es muy útil. Si no tienes aire acondicionado, utiliza ventiladores en las habitaciones donde te encuentres para ayudar a dispersar las partículas en el aire.
- Otras precauciones
En la medida de lo posible trata de evitar cocinar, sobre todo freír o utilizar una parrilla. Tampoco limpies el polvo, ni pases el aspirador, ni enciendas velas. Y, por supuesto, y aunque te cueste mucho renunciar por un tiempo a ello, no fumes.