Las dietas y diferentes formas de alimentación que surgen en el presente, son cada vez más variadas. La mayoría son alimentos bien conocidos de toda la vida pero que toman protagonismo en unas u otras dietas.

Es complicado valorar cuál es la dieta que mejor puede resultar para el organismo del ser humano. Sin embargo esto tiene también mucho que ver con nuestra genética si somos más homo sapiens o más Neardental. Ésto podemos determinarlo realizando unos estudios de ADN. El organismo de aquellas personas que tengan mayor porcentaje de Neardental tendrá una mayor predisposición por la carne dentro de la dieta. 

Recordemos que el ser humano es omnívoro y por tanto tiene la posibilidad de comer prácticamente cualquier alimento a su alcance. Ahora bien, una cosa es que podamos comer de todo y otra es el aporte nutricional y cómo siente a nuestro organismo cada tipo de alimento.

El ser humano es omnívoro

Hay muchas intolerancias que derivan de un abuso de ciertos alimentos para los que el organismo no está genéticamente preparado como es el caso del gluten o de los productos lácteos. Los vegetales, que no pueden defenderse de sus depredadores de manera física, presentan unas defensas en forma química que llamamos antinutrientes. Todo ser vivo tiene su mecanismo de defensa para sobrevivir de cualquier depredador. El ser humano puede lidiar con algunos de estos antinutrientes o «venenos» pero hay quienes mejor y quienes peor y de ahí salen las intolerancias o alergias a ciertos alimentos.

Hay muchas personas que siendo veganas han debido abandonar ese estilo de vida por haber dañado su aparato digestivo.

Dieta

Plantas como granos, legumbres, gluten, etc.. son altas en tóxicos naturales y dañan nuestro organismo si abusamos de ellas. Una forma de comprobar esto en nuestro propio organismo es dejar a un lado este tipo de alimentación durante varias semanas y observaremos como el cuerpo s desinflama y nos sentimos más ligeros.

Debemos ser conscientes de que los vegetales, cereales, etc. no nos van a aportar mucha nutrición porque no estamos preparados para ellos. Eso sí, somos omnívoros y por tanto podemos llegar a extraer algunas cosas de los vegetales consumiéndolos de manera adecuada.

Los productos animales, sin embargo, no tienen estas defensas químicas que presentan las plantas. Además, son productos que se procesa en el estómago y el intestino delgado. Se deshacen gracias a los ácidos y enzimas que tenemos y pasan al torrente sanguíneo directamente aportando solo nutrición. Los vegetales, que no pueden ser digeridos como aquellos con mucha fibra por ejemplo o el gluten, pasan directamente al intestino grueso para ser desechados y ahí fermentan pudiendo producirnos problemas importantes.

Por tanto, lo más recomendable es escuchar y observar a nuestro organismo y ser conscientes de qué es lo que mejor nos sienta a cada uno. También es posible que unos vegetales sean más favorables que otros. De manera que os recomendamos comenzar una alimentación conscientes para tener una buena salud.