Sabemos desde hace tiempo que los frutos secos son un alimentos saludables, pero ¿Crudos, tostados? ¿Cómo debes tomarlos si quieres aprovechar sus beneficios? ¿Todo vale?
Tanto las almendras crudas como las tostadas son alimentos ricos en fibra, proteínas, vitaminas, hidratos de carbono y minerales. No obstante, hay algunas pequeñas particularidades que hacen que unas sean más saludables que las otras.
Si comparamos las almendras crudas con las tostadas, estas últimas pierden parte de sus propiedades antioxidantes al ser cocinadas. Es por eso, que las crudas contiene menos grasas insaturadas que las tostadas ya que estas últimas se cocinan con aceite.
Algunas diferencias entre las tostadas y las crudas
Por lo que se refiere a proteínas, las almendras crudas al no ser tratadas conservan todos los aminoácidos esenciales naturales, mientras que las almendras tostadas carecen de alguno.
Almendras tostadas
Gracias al alto contenido en zinc la almendra tostada sin cáscara facilita a nuestro organismo al almacenamiento de la insulina. Asimismo, es muy beneficioso para nuestro sistema inmunitario, la cicatrización de heridas y ayuda a metabolizar las proteínas. La almendra cabe recordar que es un alimento rico en fibra, por lo tanto, ayuda a nuestro tránsito intestinal, y de la misma forma ayuda a prevenir el cáncer de colon.
Comer almendras tostadas ayuda a nuestros huesos y dientes a crecer sanos y fuertes, con una piel equilibrada ya que favorece su PH natural. No obstante, también son buenas para nuestras funciones biológias del cerebro. Debido a su alta cantidad de calorías, aunque tenga muchos beneficios para nuestra salud si lo que quieres es mantener una dieta equilibrada y no engordar es mejor que tomes las almendras crudas, cuanto más naturales mejor para el objetivo que queremos conseguir.
Almendras crudas
Ocurre lo mismo que con las almendras tostadas, no hay que abusar de su ingesta pero si las podemos introducir en nuestra dieta porque no es que las almendras engorden sino que si no quemamos las calorías que comemos, ¡cómo vamos a adelgazar! Si hay que elegir entre almendras tostadas o crudas, es obvio que las crudas al ser más naturales, engordan menos, pero tampoco hay una diferencia abismal.
Si ingerimos una porción al día de unas 20 almendras, nuestro sistema cardiovascular nos lo agradecerá, y gracias al poder saciante comerémos mucho menos, por lo tanto no engordaremos y podrémos seguir la dieta con total normalidad sin que este fruto seco interfiera para mal.
Hay que quitarse de la cabeza esos tópicos y comenzar a comprender que muchos alimentos no engordan, porque lo que engorda es que mantengamos una vida sedentaria sin ningún tipo de movimiento, así quemaremos pocas calorías y engordaremos más. Las grasas que poseen las almendras crudas son saludables, y previenen muchas enfermedades. Es un alimento rico en calcio, fósforo, potasio, hierro, zinc o magnesio.