Para muchos, el amaranto es un desconocido, especialmente en Europa. Se trata de una planta cuyas semillas tienen una gran similitud con los granos de cereales como pueden ser el trigo, el arroz o el maíz. Es por ello que, al igual que ocurre con la quinoa, se le considera un pseudocereal. Conforme ha ido siendo conocido, su consumo se ha aumentado porque en su rica composición destacan macronutrientes y micronutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del conjunto de nuestro organismo. Y en una sociedad en la que cada vez más tenemos en cuenta qué comemos, el amaranto se va abriendo paso poco a poco.

Una planta con muchos beneficios

Si miramos su composición, es una fuente natural de proteínas vegetales de alto valor biológico, dado que contiene todos los aminoácidos esenciales y, además, destaca por su alto contenido en antioxidantes, que ayudan a combatir la acción de los radicales libres previniendo el envejecimiento prematuro de nuestras células. Calcio, magnesio, fósforo, hierro o zinc son algunos de los minerales que aporta a nuestro organismo y que también son importantes, sin olvidar que también es uno de los alimentos con los que obtenemos vitaminas del grupo B y una gran cantidad de la fibra que necesitamos a diario. Estamos hablando, por tanto, de un alimento muy completo y nutritivo. Además, es apto para celíacos dado que no contiene glúten.

amaranto

Amaranto, fuente de muchos nutrientes

El equilibrio entre los nutrientes del amaranto es lo que proporciona a este alimento tan buenas propiedades. Si lo tomamos en una cantidad razonable, nos aportará beneficios importantes como los siguientes:

  • Calidad de su proteína: es un valor que hace recomendable incluirlo en una dieta equilibrada para obtener algo tan importante como la proteína, dado que ayuda al buen estado de nuestros músculos y en general de todos los tejidos del cuerpo.
  • Es un alimento energético ideal para deportistas y también para personas que desarrollan una actividad física intensa, por ejemplo, en el trabajo.
  • La fibra que aporta el grano y también las hojas de la misma planta cumple funciones importantes tales como ayudar a regular o evitar el sobrepeso y la obesidad.
  • Las semillas de amaranto contienen además distintos elementos antioxidantes, principalmente flavonoides y vitaminas A y C, las cuales son muy importantes a la hora de eliminar el estrés oxidativo y el envejecimiento celular prematuro. 
  • Una planta que además también nos aporta minerales esenciales, con lo que es un complemento ideal si queremos tener una dieta sana y equilibrada que impacte positivamente a nuestra salud general.