Cada vez son más los que buscan alternativas basadas en batidos para alguna de las comidas del día. Batidos hay de muchos tipos, y con muchas finalidades distintas, y muchas veces nos ayudan a ingerir alimentos que de otra forma nos costaría más ingerir. Un claro ejemplo son los batidos de verduras, que son una gran opción para muchos. Además, en caso de sustituir nuestra cena por un batido, nos evitaremos comer por ejemplo ultraprocesados a última hora del día, algo más que recomendable.

Un sinfín de posibilidades en los batidos

Si nuestro objetivo es empezar a tomar batidos quemacalorías, necesitaremos primero de todo escoger una base, ya sea agua o leche. Posteriormente, deberíamos incluir una verdura de la que tendremos que usar entre 100 y 200 gramos. Y opciones hay varias, como por ejemplo la lechuga, el repollo, el perejil, la col, el pepino, la acelga... y además añadir una fruta, lo cual le dará un toque especial. Una de las cosas más interesantes es que lo podemos ir combinando para finalmente encontrar nuestra combinación favorita, en función de nuestras verduras favoritas así como de condimentos. Si somos de los que nos gusta innovar y probar cosas nuevas en la cocina, los batidos son una opción fantástica para ello, ya que los sabores pueden varias mucho además de una forma saludable. Y es que podemos añadir por ejemplo queso de untar light u otros extras para hacerlos más sabrosos.

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Los batidos de verdura como alternativa

No nos debemos olvidar de todas formas que los batidos nos sirven para ingerir en poco tiempo muchas calorías, con lo que la forma de tomarlos se debe adaptar a ello. Es decir, los debemos tomar poco a poco para que así además su poder saciante sea todavía más agudizado

Sin embargo, si nuestra intención es perder peso ya sabemos que la gama de recursos no termina ni mucho menos con los batidos de verduras. No ingerir según que postres azucarados y sustituirlos por frutas (y no, la fruta de noche no engorda, un viejo tópico del que hay que ir deshaciéndose), o también olvidarnos de bebidas como la cerveza o el vino durante la noche, las cuales deberemos sustituir por agua para evitar la acumulación de calorías vacías. Coger el hábito de cenar pronto también es algo que, con poco esfuerzo, nos ayudará a nuestro objetivo de perder peso, dado que está comprobado que cenar a altas horas disminuye el efecto de cualquier buena dieta.