Desde el principio de la pandemia, se pudo comprobar que la obesidad era uno de los factores de riesgo de sufrir un covid severo. Ahora, un estudio publicado en la revista JAMA Surgery muestra que entre los pacientes con obesidad, la pérdida de peso previa lograda con la cirugía bariátrica se asoció con un riesgo 60% menor de desarrollar complicaciones graves por la infección con el SARS-CoV-2.
La obesidad debilita el sistema inmunológico, crea un estado inflamatorio crónico y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, coágulos sanguíneos y afecciones pulmonares. Todas estas condiciones pueden complicar el covid-19.
El objetivo de este estudio fue examinar si una intervención para bajar de peso en pacientes con obesidad antes de contraer la covid-19 podría reducir el riesgo de desarrollar una forma severa de esta enfermedad.
“Los hallazgos de la investigación muestran que los pacientes con obesidad que lograron una pérdida de peso sustancial y sostenida con cirugía bariátrica antes de una infección por covid-19 redujeron su riesgo de desarrollar una enfermedad grave en un 60 por ciento”, asegura Ali Aminian, autor principal del estudio. “Esta investigación proporciona una fuerte evidencia de que la obesidad es un factor de riesgo modificable para la covid-19, que puede mejorarse mediante una intervención para bajar de peso”.
En el estudio se incluyó un total de 20.212 pacientes adultos con obesidad. Se dividieron en dos grupos, uno de 5.053 personas con un índice de masa corporal (IMC) de 35 o más que se sometieron a cirugía para bajar de peso entre 2004 y 2017 y otro con los participantes restantes, 15.159, que no recibieron ningún tipo de tratamiento. En comparación con estos últimos, los pacientes que se sometieron a cirugía bariátrica perdieron un 19% más de peso corporal antes del 1 de marzo de 2020.
Después del brote de covid-19, los investigadores observaron cuatro resultados relacionados con la covid-19: tasa de contraer la infección por SARS-CoV-2, hospitalización, necesidad de oxígeno suplementario y enfermedad grave (definida como una combinación de ingreso a la UCI, necesidad de ventilación mecánica o muerte).
Aunque la tasa de contraer SARS-CoV-2 fue similar entre los grupos (9,1% en el grupo intervenido y 8,7% en el grupo que no había recibido la cirugía bariátrica), los participantes que se operaron experimentaron resultados mucho mejores después de contraer la covid-19. En concreto, los investigadores demostraron que los pacientes con una cirugía previa para bajar de peso tenían un 49% menos de riesgo de hospitalización, un 63% menos de riesgo de necesidad de oxígeno suplementario y un 60% menos de riesgo de desarrollar covid-19 grave.
Aunque se desconocen los mecanismos subyacentes exactos, estos datos sugieren que los pacientes que se sometieron a cirugía para bajar de peso estaban más sanos en el momento de contraer una infección por SARS-CoV-2, lo que resultó en mejores resultados clínicos.