Beneficios para tu mente
Es conocida la capacidad estimulante del café, pero pocos saben cómo logra realmente este efecto en nuestro cerebro.
Cada momento que pasas despierto tus neuronas están disparándose. Esta actividad neuronal produce adenosina como resultado. La adenosina juega un papel importante en varios procesos metabólicos. De hecho es parte de nuestra unidad básica de energía, el ATP o adenosina trifosfato.
Cada momento que pasas despierto tus neuronas están disparándose
El cerebro tiene receptores de adenosina, que monitorizan con atención el nivel acumulado, enviando señales de cansancio o sueño cuando la adenosina supera cierto umbral (no quiere que trabajes demasiado).
La cafeína, aquí está la gracia, tiene una estructura molecular similar a la adenosina, haciendo que sea también captada por los receptores de nuestro cerebro, pero sin ‘activarlos’. Esto inhibe parcialmente las señales de cansancio, y permite que campen libremente los estimulantes naturales del cerebro, como la dopamina o el glutamato.
Es decir, más que un estimulante directo (como pueden ser las anfetaminas), lo que hace la cafeína es inhibir los sensores de cansancio, pero nunca te va a dar un ‘subidón’ más allá de lo que tus propios estimulantes naturales puedan ofrecer. O dicho de otra manera, más que apretar el acelerador de nuestro cerebro, lo que hace realmente el café es reducir su freno interno.
Un metaanálisis de 23 estudios sobre el tema demuestra mejoras cognitivas, en indicadores como velocidad de reacción, memoria, fatiga mental…
Podríamos pensar que estas mejoras a corto plazo pueden poner en peligro la salud mental futura por una excesiva estimulación. Sin embargo, muchos estudios otorgan al café un papel neuroprotector y antiepiléptico, y también parece que esta activación extra del cerebro reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como Parkinson o Alzheimer.
Beneficios para tu cuerpo
Los beneficios populares que se asocian al café son innumerables. Desde reducción de las caries hasta mejoras en la digestión; pero centrándonos en los que cuentan con buen respaldo científico, destacaría los siguientes:
- Reducción del riesgo de muchos tipos de cáncer, especialmente hígado, colon y próstata.
- Reducción de la probabilidad de diabetes tipo II
- Previene enfermedades hepáticas. Múltiples estudios asocian el café (pero no otras bebidas cafeinadas) con menor riesgo de cirrosis e hígado graso
- Menor mortalidad por cualquier causa
- El café, aparte de la cafeína, tiene cientos de compuestos bioactivos, entre ellos una cantidad respetable de vitaminas, minerales y especialmente, polifenoles. De hecho, algunos estudios indican que el café representa la fuente principal de antioxidantes para muchas personas, por delante de frutas y verduras; no necesariamente lo que yo recomiendo, pero es un dato interesante
Por tanto, algunas de las contraindicaciones del café están ligadas realmente a la cafeína y no al café en sí. Tomar descafeinado de vez en cuando es una buena alternativa, pero analicemos en cualquier caso algunos de los riesgos legítimos.