El té es una de las bebidas más consumidas a lo largo de los siglos por personas de medio mundo. Desde hace tiempo se sabe que una variedad de tés puede estimular el sistema inmunológico, combatir la inflamación e incluso prevenir las enfermedades cardíacas.

Si bien algunas infusiones brindan más beneficios para la salud que otras, existe mucha evidencia de que beber té regularmente puede tener un impacto duradero en nuestro bienestar. Vamos a conocer las virtudes de esta infusión.

Té blanco

Conocido por tener un sabor delicado, el té blanco proviene de China e India. Se trata de la variedad de té menos procesada.

Según se ha investigado, el blanco puede ser el té más efectivo para tratar de combatir varias formas de cáncer gracias a su alto nivel de antioxidantes. También puede ser bueno para los dientes, ya que contiene una gran fuente de flúor, catequinas y taninos que pueden fortalecer los dientes, combatir la placa y hacerlos más resistentes al ácido y al azúcar. Asimismo, esta variedad ofrece la menor cantidad de cafeína.  

Té verde

El té verde es originario de China, donde las hojas se procesan con calor utilizando un método de cocción o tostado, y de Japón, donde las hojas se cuecen al vapor más habitualmente.

Es excepcionalmente alto en flavonoides que pueden ayudar a mejorar la salud del corazón al reducir el colesterol malo y la coagulación de la sangre. Este tipo de té también puede ayudar a reducir la presión arterial, los triglicéridos y el colesterol total. Además, el té verde también ha demostrado ser antiinflamatorio, lo que ayuda a mantener la piel limpia y brillante.

En los últimos años, ha ganado popularidad el matcha, una forma de té verde. Es un polvo de té verde muy fino y de alta calidad hecho de hojas enteras de arbustos de té cultivados a la sombra. Dado que es la única forma de té en la que se ingieren las hojas, el matcha contiene incluso más antioxidantes que el té verde normal. De hecho, algunos expertos hablan de que una taza de matcha equivale a 10 tazas de té verde normal.

Té matcha / Unsplash

Té negro

El té negro está hecho de las hojas de la misma planta que se usa para hacer té verde. Sin embargo, las hojas se secan y fermentan, lo que le da al té negro un color más oscuro y un sabor más rico.

A diferencia de muchas otras variedades, el té negro contiene cafeína, por lo que es importante controlar su consumo. Cuando te sirves una taza de té negro, te beneficias de los flavonoides que combaten la inflamación y apoyan la función inmunológica saludable.

Sin embargo, no es necesario limitarse a beber té negro para beneficiarse de sus propiedades saludables. Se puede cocer al vapor, enfriar y luego presionar sobre cortes menores, raspaduras y hematomas para aliviar el dolor y reducir la hinchazón. Un baño de té negro también puede aliviar la inflamación causada por erupciones cutáneas y afecciones como la hiedra venenosa.