Los chequeos médicos son de índole preventiva, para detectar con tiempo la aparición de ciertas enfermedades comunes o si puede haber algún riesgo para nuestra salud.
¿Pero, en qué consiste un chequeo de salud?
Este tipo de revisiones médicas son importantes para todos nosotros. Se utilizan para detectar enfermedades relacionadas con la presión arterial alta, con la diabetes o con ciertos problemas cardíacos, que pueden aparecer en una etapa temprana. Además, estos controles de salud incluyen un asesoramiento médico sobre temas relacionados con la presencia de antecedentes familiares y otros posibles riesgos de enfermedad.
Al menos una vez al año debemos revisar la salud general
¿Qué nos suele preguntar el médico durante un chequeo?
Para comenzar con el control de salud, el médico nos puede preguntar sobre nuestro historial de enfermedades anteriores y el de nuestros familiares más cercanos. Los puntos básicos están relacionados con:
- Hipertensión
- Enfermedades arteriales
- Diabetes mellitus
- Enfermedades coronarias
- Aumento de los niveles de lípidos en sangre
- Enfermedades pulmonares
- Nefropatías
- Cáncer, etc.
De esta manera, el médico puede determinar nuestro perfil individual con respecto al riesgo de enfermedades. Además de tomar nota sobre el historial de enfermedades, también repasa y verifica nuestro estilo de vida diario.

Medirá nuestro peso corporal y la estatura, nos hará preguntas sobre consumo de nicotina, alcohol, drogas y determinará si estamos realizando suficiente ejercicio físico en relación con todos los datos que ha obtenido. Al mismo tiempo, el médico también evalúa nuestro estado mental.
Reconocimiento físico
Después de las preguntas pasamos a un breve examen físico. El médico primero examina el tórax y escucha el corazón, los pulmones y la arteria carótida. Seguidamente examina nuestra postura y nos puede inspeccionar la piel (color, manchas, etc.).
Una revisión de los reflejos le proporciona información sobre posibles daños que puedan tener nuestras terminaciones nerviosas. También verifica el buen funcionamiento de nuestros órganos sensoriales.
A veces se incluye una medición del índice de grasa corporal.
Medición de la presión arterial
La medición de la presión arterial forma parte del control rutinario de salud. El médico determina la presión arterial sistólica y diastólica para poder determinar si puede haber indicios de padecer hipotensión (tensión baja) o hipertensión (tensión alta).
Muestreo de sangre (para determinar niveles de lípidos o azúcar en sangre)
Si existe un riesgo justificado basado en antecedentes familiares, sobrepeso o presión arterial alta, el médico puede solicitar una muestra de sangre en ayunas para complementar el control de salud. Un laboratorio examinará nuestra muestra de sangre y detectará los valores de colesterol (colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL, triglicéridos, etc).
Además de las grasas en la sangre, también se determina el nivel de azúcar (glucosa). En personas con un metabolismo saludable, los niveles en ayunas deben ser inferiores a 100 mg/dl. Si los valores son mayores, podría indicar la presencia de diabetes mellitus.
Como norma, solicitar una o dos analíticas al año es lo habitual, siempre y cuando nuestro médico no nos indique lo contrario.