Poner una duración ideal a las relaciones íntimas es muy complicado, sin embargo diversos estudios científicos nos arrojan algo de luz a lo que es uno de los temas más importantes cuando hablamos de sexo, y es el tiempo que debemos pasar. Pese a tratarse de algo muy personal y que afecta a nuestra intimidad, con lo que las preferencias de cada persona deben respetarse, hay algunos aspectos que podemos tener en cuenta.
Muchos factores en juego
Hay dos puntos de vista que podemos tener en cuenta para indagar en el tema de la duración del sexo. En primer lugar tenemos una investigación internacional que fecha del año 2005 publicada en el Journal of Sexual Medicine que pidió a un número determinado de parejas heterosexuales que mirasen la duración de sus relaciones íntimas, teniendo en cuenta desde la primera penetración hasta la eyaculación masculina. Las respuestas o resultados como podemos deducir eran muy dispares para sonrojo de muchos, yendo desde los 33 segundos hasta los 44 minutos, con una media de duración de 5,4 minutos. ¿Sorprendente?
La duración es cosa de todos los implicados
Por el otro lado, un estudio en este caso que fecha de 2008 y que se publicó también en el Journal of Sexual Medicine, pidió a varios terapeutas del sexo y sexólogos que hiciesen una estimación de la duración sana del coito, siempre hablando del vaginal heterosexual. Dichos expertos dedujeron algunos puntos interesantes, como que por ejemplo una duración inferior a los 3 minutos es "motivo de preocupación clínica", de 3 a 6 minutos es "adecuado", que entre siete y trece minutos es "deseable" y que entre trece y treinta minutos es "excesiva".
Encontramos más estudios y artículos sobre este tema, que siempre resulta interesante de conocer, y por ejemplo se ha determinado mediante un artículo de 204 publicado en The Journal of Human Sexuality, que las parejas de mujeres homosexuales tienen normalmente encuentros sexuales mucho más largos que las parejas homosexuales hombres o las heterosexuales, aunque estos encuentros por lo general se tienen con menor frecuencia.
Lo que estos resultados tan distintos nos dan que pensar es que resulta difícil o imposible tener una duración ideal para las relaciones íntimas, ya que hay muchos aspectos que influyen en ello. Desde la orientación sexual hasta la salud sexual o los hábitos de cada persona, con lo que la única duración ideal es aquella que se ajusta a las preferencias de cada persona implicada en el encuentro.