Nuestra mente tiende a la repetición, a volver a lo conocido, a lo que nos da comodidad, a repetir conductas que aunque nos hagan daño las volvemos a poner en práctica. Es importante conocernos y observarnos para saber qué es lo que nos está haciendo mal y producir cambios saludables para alejarnos de esa zona que nos genera sufrimiento.
Estar dentro de un círculo vicioso implica hacer una y otra vez un mismo acto, repetir una escena, una situación, obteniendo los mismos resultados o similares. Esto provoca la sensación de falta de salida, ausencia de alternativas, incapacidad de elegir otra cosa diferente. Estar en un círculo vicioso es sentirse en un callejón sin salida.
Estas creencias nos autolimitan y detienen la construcción de nuevos caminos al desarrollarnos como personas
Romper con el círculo vicioso de la mente
“Siempre me pasa lo mismo”, “No tengo suerte”, “¿Para qué intentarlo si no voy a poder?”: estas creencias nos autolimitan y detienen la construcción de nuevos caminos al desarrollarnos como personas. Por lo general, esto es provocado por una baja autoestima, falta de seguridad y autoconfianza a la hora de la toma de decisiones, o por malas experiencias pasadas que obstaculizan el presente o provocan miedo al futuro.

Los tipos de círculo vicioso
Plantearemos 3 formas de círculo vicioso. Conocer su existencia te permitirá detectarlos y salir de su trampa.
1. Girar dentro un trabajo desgastante
Si nuestro trabajo no nos satisface, no nos motiva o padecemos maltratos en él, probablemente tengamos sentimientos de frustración, impotencia, desgana, falta de reconocimiento y de oportunidades de crecer laboralmente. Esto provoca que nos cueste arrancar la jornada laboral, que deseemos que no llegue el día lunes y que esperemos con todas nuestras ganas la hora de huir de ahí.
2. Girar dentro de una ruptura complicada
Cuando ya sientes que estás emprendiendo el difícil proceso de olvidar a tu ex y te das cuenta de que era una relación que no te hacía bien… ¡esta añoranza reaparece! Justo en ese momento clave, donde recordaste las cosas negativas, te enfadaste, dijiste que ya se terminó, llega un mensaje o un tímido y sugerente me gusta en Facebook y tu reacción emocional ante esto indica que la semilla de esa trampa mental sigue ahí.
Probablemente lo que nos obstaculice a romper este círculo sea el miedo a la soledad y a no volver a ser amada/o, o sentirse dependiente de la otra persona, creyendo que sin él/ella no se puede vivir bien. La confusión entre amor y necesidad nunca es buena.
Una relación de amor es una relación de respeto, confianza y libertad. Estar enamorado/a no es sinónimo de estar esclavizado/a. Si te sientes así, decide lo mejor para tí, busca relaciones sanas y tu mente y cuerpo te lo agradecerán.
3. Girar dentro de una adicción a sustancias
Las adicciones a sustancias son un problema de salud provocado por el consumo compulsivo de drogas capaces de producir dependencia, tanto física como psicológica. El círculo vicioso se instala cuando el consumo se torna desmedido, descontrolado, compulsivo. Esto es, consumir por consumir, consumir porque se necesita, porque el cuerpo o la cabeza lo piden.
El dejar de consumir por sus propios medios es algo muy difícil y casi imposible para la persona adicta. Se requiere de contención y tratamiento especializado para poder romper con ese círculo peligroso y hasta mortal.
Reorientarnos hacia la vida saludable
Permanecer girando una y otra vez en círculo no nos permite un crecimiento personal ni un bienestar emocional. Al detectar nuestro círculo vicioso, podemos salirnos de la queja y preguntarnos por qué nos pasa lo que nos pasa, para poder empezar a transitar un camino diferente en un proceso de cambio muy interesante.