La operación bikini se ha convertido en la excusa perfecta para engancharse a los hábitos saludables, aunque en la mayoría de los casos sólo se lleva a cabo los meses previos al verano. Toma nota de las pautas clave para realizar la operación bikini con cabeza y de forma saludable, y ¡no te la juegues!
Preocúpate de gastar más calorías, no de ingerir menos
La situación ideal sería que la operación bikini se sustituyese por la realización de actividad física durante todo el año. Todo ello acompañado de una dieta adecuada para cada persona pero, si has elegido esta opción, procura que sea de la manera más saludable y efectiva posible.
¿Qué debemos hacer para que la operación bikini tenga éxito?
Las siguientes pautas son comunes para cualquier persona, ¡presta atención!:
- Constancia. Día a día, comida a comida y entrenamiento tras entrenamiento, debes ser lo más perseverante posible. De nada sirve hacer 3 días seguidos de dieta o de entrenamiento si después te olvidas de ello durante otros 4.
- Hábitos. Es mucho más sencillo para tu mente y tu cuerpo realizar los cambios de manera progresiva. De este modo, lograrás mantener tu buen humor, tu energía y te supondrá un esfuerzo menor.
- Preocúpate de gastar más calorías, no de ingerir menos. Es mucho más efectivo poner nuestra energía en gastar más calorías al cabo del día que en reducir la cantidad ingerida. Si gastamos más, aumentaremos nuestro metabolismo como consecuencia del movimiento y la actividad física mientras que, si sólo nos focalizamos en reducir el número de calorías que ingerimos, nuestro metabolismo disminuirá, reduciendo así el número total de calorías que gastamos día tras día.
- Come lo más natural posible. Evita productos azucarados y procesados. Elevan enormemente las calorías ingeridas y apenas te sacian. Aumenta la ingesta de fruta, verdura, pescado, productos integrales y con fibra.
Para el cuerpo es muy agresivo cambiar tantos hábitos en 1 o 2 meses. ¡Entrena y come saludable durante todo el año!
¿Qué ejercicios son más efectivos? ¿Cómo se hacen?
Siempre ha existido la creencia de que realizar ejercicios aeróbicos (correr, bici, natación, andar,…) de larga duración y baja intensidad ha sido la principal actividad física para perder peso. Pero actualmente, numerosos estudios científicos nos demuestran que nuestra actividad principal debe ser el entrenamiento de fuerza, acompañado por ejercicio aeróbico, unido a una dieta con un balance negativo de calorías (gastar más de las que se ingieren, de manera controlada).
Es importante no confundir el entrenamiento de la fuerza con el concepto de hipertrofia. Existen múltiples maneras de desarrollar la fuerza: resistencia, fuerza máxima, potencia, etc. Dependiendo del método que elijamos, los resultados variarán.