El estudio de la pisada se basa en un análisis del pie pausado o en movimiento, incluyendo también la relación de éste con estructuras como la rodilla, la columna o la cadera.
En principio, puede parecer que el estudio biomecánico de la pisada no es primordial, pero gran parte de las lesiones de nuestro cuerpo se focalizan en nuestros pies, lo que evidencia la necesidad de conocer la forma en que pisamos. Así, este estudio podológico se presenta como una alternativa para obtener un diagnóstico clave sobre nuestra salud podal.
Edad infantil: la prevención es la clave
En la infancia se originan gran parte de las patologías en la pisada. “Mi hijo cuando corre, tropieza y se cae mucho”, “hunde los pies hacia dentro”, “le duelen mucho los talones”, etc. Estos son algunos de los problemas más frecuentes. Muchos de ellos son aspectos de fácil detección si se realiza un estudio de la pisada a tiempo.
Pies planos, pies valgos, rodillas en “X”, caminar de puntillas, mala posición de los dedos… son problemas muy frecuentes que se pueden tratar a tiempo mejorando la pisada en la etapa infantil. Así pues, realizar un estudio biomecánico de la pisada a los niños es muy importante ya que puede ser garantía de un correcto crecimiento y evitar con ello patologías en edad adulta.

Edad adulta: una mala pisada puede causar dolores
La pisada evoluciona conforme vamos creciendo. En edad adulta aparecen los síntomas y lesiones de una mala pisada no detectada a tiempo o de circunstancias de la vida diaria. Por ello, se hace tanto hincapié en la prevención. Lo recomendable es que todas las personas se realicen un estudio biomecánico de la pisada al menos una vez en la vida ya que dolores que tenemos de rodillas, caderas, espalda … pueden derivar de una mala pisada.
En edad adulta aparecen los síntomas y lesiones de una mala pisada no detectada a tiempo o de circunstancias de la vida diaria
Por ejemplo, las personas que pasan mucho tiempo de pie, que caminan mucho por motivos laborales o por hobby, utilizan zapatos de tacón… desarrollan lesiones como metatarsalgias, esguinces de repetición, fascitis plantar, espolón calcáneo, tendinitis, sobrecargas en los gemelos, entre otros problemas; pero acuden a la consulta cuando ya sienten las molestias. En pacientes como estos, cuyos pies se someten a altas cargas, es clave un análisis de la pisada ya que, quizá, se pueda prevenir una lesión, por ejemplo, aplicando el tratamiento de plantillas personalizadas.
Personal mayores: calidad de vida
Si hablamos de personas mayores, las patologías o deformidades en los pies son prácticamente constantes. Durante toda nuestra vida, el pie va a estar sometido a la presión de nuestro peso corporal sin olvidar el desgaste que le provoca el calzado que hemos ido utilizando.
Es muy común la aparición de callosidades en lugares como el metatarso y el talón como consecuencia del desgaste o atrofia del almohadillado plantar, y en los dedos debido a su deformación por distintos motivos (dedos en garra y martillo, juanetes, etc.).