Tener un sistema inmunológico fuerte es importante todo el año, incluida la primavera, cuando las alergias acechan, así como los cambios de temperatura. Es por ello que queremos contaros algunos consejos básicos con los que ayudaremos a nuestro organismo:

Mantener una buena hidratación

El agua es un nutriente esencial, no solo por constituir entre un 50% – 70% de nuestro peso corporal, si no por ser clave para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Sirve como transportador de nutrientes y oxígeno a través del sistema circulatorio, es el vehículo de excreción de toxinas, lubrica las articulaciones y ejerce función termoreguladora.

Por tanto, la ingesta de líquidos es primordial y debe garantizarse el consumo de agua según la sensación de sed o incluso sin tener dicha sensación, especialmente en personas mayores quienes por la edad sufren una disminución de la percepción de la sed y, por tanto, son más susceptibles a padecer deshidratación.

Una vida sana es clave para evitar virus

Prestar especial atención a nuestra alimentación

Vitaminas como la E, la A o el complejo B además de la extensamente conocida vitamina C, presentes en frutas y verduras, los minerales como el hierro, el zinc o el selenio presentes en alimentos como la carne, pescado o huevo, y los flavonoides, antioxidantes presentes en numerosos vegetales, son micronutrientes esenciales para un correcto funcionamiento de nuestro organismo y mantener, por tanto, nuestras defensas altas.

Dieta, deporte y dormir bien son clave para nuestro sistema

Mantener una dieta sana y equilibrada

Diseñar un menú semanal equilibrado y variado en familia, puede ser una buena forma de inculcar a los más pequeños la importancia de seguir unos buenos hábitos alimentarios, garantizando el consumo de al menos de 3 raciones de fruta al día y dos de hortalizas, prefiriendo las frescas y de temporada.

Comprar de forma inteligente. A veces, la falta de tiempo o el hambre hace nos decantemos por comprar alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares y pobres en fibra. Planificar de entrada un menú diario o semanal saludable, nos permitirá dirigirnos al supermercado con una lista de alimentos definida, ahorrar tiempo y evitar las compras por capricho.

Dedicar tiempo a saborear la comida y disfrutar de la compañía. Sentados alrededor de la mesa puede ser un buen momento para conversar y ponernos al día con los nuestros. Además, es importante masticar de forma lenta y constante, triturando correctamente los alimentos y así facilitar la digestión.

Practicar ejercicio de forma regular

Establecer rutinas de ejercicio de intensidad moderada, puede tener múltiples beneficios en nuestra salud tanto a nivel físico como mental.

Además, el hacer deporte, induce a la eliminación de toxinas a través del sudor y activa la circulación del organismo, aumentando la capacidad de detección de patógenos extraños en el organismo por parte de las células del sistema inmunitario. También incrementa la temperatura corporal, pudiendo ayudar al organismo a actuar frente a posibles infecciones.

Cuidar las horas de descanso

Dormir las horas de sueño suficientes y de calidad, puede contribuir a la regeneración de las células del organismo, incluidas las del sistema inmunitario.