Las zanahorias son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes. Como parte de una dieta equilibrada pueden ayudar a favorecer la función inmunológica, reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer y promover la cicatrización de heridas y la salud digestiva.
Las vitaminas, los minerales y la fibra son parte esencial de las zanahorias. También son una buena fuente de antioxidantes. Los antioxidantes son nutrientes presentes en los alimentos de origen vegetal. Ayudan al cuerpo a eliminar los radicales libres, moléculas inestables que pueden causar daño celular si se acumulan en exceso en el cuerpo.
A continuación vamos a ver en qué pueden ayudar en concreto a la salud las zanahorias.
Vista
Las zanahorias contienen vitamina A, y una deficiencia de vitamina A puede provocar xeroftalmía, una enfermedad ocular progresiva. La xeroftalmía puede causar ceguera nocturna o dificultad para ver cuando los niveles de luz son bajos. Además, la falta de vitamina A es una de las principales causas prevenibles de ceguera en los niños.
Las zanahorias también contienen los antioxidantes luteína y zeaxantina, y la combinación de los dos puede ayudar a prevenir la degeneración macular relacionada con la edad, un tipo de pérdida de la visión.
Cáncer
Demasiados radicales libres en el cuerpo pueden aumentar el riesgo de varios tipos de cáncer. Los efectos antioxidantes de los carotenoides dietéticos pueden reducir este riesgo. La luteína y la zeaxantina son dos ejemplos de estos carotenoides. La vitamina A y el betacaroteno también pueden ser beneficiosos.
Control de la diabetes
Los carbohidratos representan alrededor del 10% del peso de una zanahoria, aproximadamente la mitad del contenido de carbohidratos en una zanahoria es azúcar y un tercio es fibra.
Tanto las zanahorias hervidas como las crudas tienen un índice glucémico bajo. Esto significa que es poco probable que desencadenen un pico de azúcar en la sangre. Consumir una dieta alta en fibra también puede ayudar a prevenir el desarrollo de diabetes tipo 2.
Presión arterial y salud cardiovascular
Una de las recomendaciones nutricionales habituales es la de ingerir menos sodio y más alimentos que contengan potasio, como las zanahorias. El potasio ayuda a relajar los vasos sanguíneos, lo que reduce el riesgo de presión arterial alta y otros problemas cardiovasculares. Una zanahoria mediana proporciona alrededor del 4 % de las necesidades diarias de potasio de una persona.
Función inmune
Otro antioxidante que proporcionan las zanahorias es la vitamina C. Llevar una dieta equilibrada que proporcione la cantidad adecuada de vitamina C puede ayudar a respaldar la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades e infecciones y mantener una buena salud en general. La vitamina A que tiene la zanahoria también juega un papel fundamental en la regulación de las funciones inmunitarias.
Salud ósea
Las zanahorias contienen vitamina K y pequeñas cantidades de calcio y fósforo. Todos estos contribuyen a la salud ósea y pueden ayudar a prevenir la osteoporosis.
La vitamina C de las zanahorias también contribuye a la producción de colágeno. El colágeno es un componente clave del tejido conectivo y es esencial para la curación de heridas y para mantener el cuerpo saludable.