¿Conoces la artritis reumatoide? Hablamos de una enfermedad en la que se inflaman las articulaciones produciéndose dolor, deformidad y dificultad para el movimiento, aunque también puede afectar otras partes del organismo.

Se trata de una enfermedad crónica, con una baja frecuencia de curación espontánea, aunque con un tratamiento adecuado se consigue un buen control de la enfermedad en la mayoría de los casos.

Mientras que en la artrosis existe un proceso lento de desgaste del cartílago articular (el tejido que recubre el hueso y actúa de amortiguador), en la artritis se produce una inflamación crónica de la membrana sinovial (la “bolsa” que recubre la articulación) que da lugar a dolor y dificultad para el movimiento y acaba dañando muy rápidamente el cartílago, el hueso, los ligamentos y los tendones.

Se puede controlar la enfermedad con un buen tratamiento

artritis reumatoide

Artritis reumatoide

¿Cuáles son las causas de la artritis reumatoide?

La causa de la artritis reumatoide es desconocida. Se han estudiado agentes infecciosos (bacterias, virus...) y aunque se han encontrado datos sugerentes en algunos casos, no hay evidencias que confirmen la implicación de uno en concreto.

La artritis reumatoide se clasifica como una enfermedad autoinmune, que se desarrolla debido a que determinadas células del sistema inmunológico no funcionan correctamente y comienzan a atacar a las articulaciones sanas.

¿Cómo se trata la artritis reumatoide?

  • Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y los glucocorticoides: para aliviar el dolor y la inflamación.
  • Fármacos modificadores de la enfermedad (FARME): son fármacos inmunosupresores (metotrexato, sulfasalacina, leflunomida...). Utilizados para controlar la actividad de las enfermedades reumatológicas. Su uso adecuado tiene como objetivo inducir o mantener la remisión de la enfermedad, reducir la frecuencia de recaídas y reducir la administración de corticoides.
    Aquellos pacientes con un diagnóstico establecido de artritis reumatoide deben comenzar el tratamiento con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad. Estos medicamentos, a menudo, se utilizan en conjunto con antiinflamatorios no esteroides y/o bajas dosis de corticosteroides.
  • Fármacos biológicos: utilizados en pacientes que no responden a los FARME o en pacientes con una enfermedad muy activa desde el inicio de los síntomas. Son fármacos seguros, pero previo al inicio de dicho tratamiento hay que realizar despistaje de infección por tuberculosis latente y descartar infección por virus de la hepatitis B y C.

¿Cómo se diagnostica la artritis reumatoide?

Por último, hablemos del diagnóstico. El reumatólogo valora los síntomas que presenta el enfermo y realiza una exploración física para comprobar si presenta calor, dolor e hinchazón en las articulaciones.

Los hallazgos que se pueden encontrar en las radiografías y algunos estudios analíticos (VSG, PCR, factor reumatoide, Anticuerpos anti-péptidos citrulinados cíclicos o Ac anti-CCP) son de gran utilidad para confirmar el diagnóstico.

Un buen control de la artritis reumatoide requiere de un diagnóstico temprano.