Cuidar bien las uñas no tiene por qué ser algo costoso. Mantener de manera adecuada tus uñas puede ser simple y económico. De hecho, ser demasiado agresivo con la limpieza y el mantenimiento de las uñas podría ponerte en riesgo de padecer infecciones por bacterias o por hongos a unas uñas normalmente fuertes.
No te harán falta manicuras frecuentes para mantener unas uñas bonitas si sigues estos sencillos consejos.
- Prueba con la biotina o vitamina B7
Siempre que sigas una dieta saludable y variada, no necesitarás ningún suplemento dietético para garantizar unas uñas fuertes. Pero las personas con uñas débiles pueden beneficiarse de un suplemento de biotina, que no deja de ser la vitamina B7. La biotina es útil para fortalecer y hacer crecer las uñas, y su consumo diario ayuda a las personas con uñas débiles.
- El esmalte
Usar esmalte no daña tus uñas sanas, aunque debas darle un descanso al esmalte periódicamente. Como parte de tus manicuras caseras, asegúrate de elegir un quitaesmalte sin acetona cuando decidas llevar a cabo ese descanso. Usa guantes para un mejor cuidado de las uñas cuando trabajes con las manos, como cuando estés cuidando el jardín o limpiando la casa, para proteger el esmalte y evitar que la suciedad entre en las uñas.
- Hidrata las cutículas
Piensa en tus cutículas como si de un sello protector se tratara. Si las recortas demasiado o las empujas con demasiada agresividad, las dañarás. Eso, a su vez, deja el lecho ungueal abierto a la infección.
Como parte del cuidado regular de las uñas para mantenerlas sanas, se recomienda humectar las cutículas y no empujarlas hacia atrás o recortarlas, ni siquiera durante una manicura profesional.
- Mantener las uñas recortadas
Cortar las uñas con regularidad ayuda a mantenerlas sanas y a evitar que se enganchen o se rompan. La frecuencia con las que has de cortarlas dependerá de la rapidez con la que crezcan tus uñas. Usa una lima fina para alisar los bordes y pule ligeramente la superficie de tus uñas, especialmente si suelen tener surcos.
- Límpialas con un cepillo de uñas
Corremos el riesgo de infectarnos con una limpieza rigurosa debajo de las uñas con herramientas largas y puntiagudas, tanto en casa como durante la manicura. A veces intentamos limpiar tan diligentemente debajo de la uña que terminamos creando un espacio entre la uña y el lecho ungueal. Este tipo de cuidado agresivo de las uñas es una puerta abierta a infecciones bacterianas o fúngicas. En su lugar, conviene frotar suavemente con un cepillo de uñas antiguo para tener uñas sanas.
- Utiliza guantes para lavar los platos
Sumergir las manos con frecuencia en agua jabonosa caliente para lavar los platos puede debilitar incluso las uñas fuertes, principalmente porque este proceso las seca junto con el resto de la piel de las manos. De ahí que convenga el uso de guantes para proteger las manos mientras se frota.
- Minimizar las manicuras
Recurre a manicuras simples para preservar las uñas saludables. Pide que te quiten el esmalte de uñas, que le den forma a tus uñas con cuidado, obtén una capa nueva y no pidas más. Prescinde de las uñas acrílicas, que pueden provocarte más infecciones. Usa protector solar en las manos si las vas a exponer al sol.
- Tómate las infecciones en serio
Alisar los bordes irregulares y envolver una uña rota con una tirita está bien, pero si ves signos de infección, consulta con tu médico para proporcionarle el cuidado necesario a la uña. Probablemente reconocerás los signos de una infección bacteriana (enrojecimiento, hinchazón y dolor), pero es posible que pases por alto los primeros signos de una infección por hongos en las uñas, como piel hinchada, roja e irritada alrededor del lecho ungueal.