Seguramente en más de una ocasión has oído hablar de la flora intestinal y lo importante que es protegerla para disfrutar de una buena salud. Pues bien, lo que comúnmente se conoce como flora intestinal, es lo que en términos científicos que conoce como microbiota intestinal.
La microbiota intestinal se compone de trillones de microorganismos como bacterias, virus, hongos e incluso parásitos. Entre las funciones de la microbiota se encuentran la de absorber el calcio y el hierro, produce energía y nos protege de la invasión de otras bacterias y gérmenes que pueden convertirse en patologías. Además de cumplir diversas funciones sobre el desarrollo del sistema inmunitario.
La microbiota intestinal se compone de trillones de microorganismos
Qué es la microbiota intestinal y cómo se forma
La microbiota intestinal es completamente diferente en cada persona, una composición única que se forma durante el parto. La madre transfiere todo tipo de microorganismos en el momento del parto, a través de la vagina y de las heces cuando se trata de un parto vaginal. O microorganismos que se encuentran en el ambiente cuando se trata de un parto por cesárea.
No obstante, en ese momento comienza un proceso que tardará años en completarse. Durante los 3 primeros años de vida, los microorganismos que conforman la microbiota intestinal se diversifican. Y hasta la edad adulta continuará esta diversificación y estabilización, que se irá deteriorando y degenerando al llegar a la madurez. Las funciones de la microbiota son esenciales y por ello es muy importante mejorarla y protegerla durante toda la vida.
Las funciones de la microbiota para la salud del ser humano son fundamentales, de hecho, se considera como un órgano funcional del cuerpo. Esta composición de microorganismos trabaja en conjunto con el intestino y cumple con cuatro grandes funciones.
- Facilitar la digestión: ayuda al intestino a absorber nutrientes como azúcares, vitaminas o ácidos grasos esenciales, entre otros.
- Es esencial en el desarrollo del aparato digestivo: durante la primera etapa de la infancia y en los bebés, la microbiota es todavía débil y el aparato digestivo inmaduro. Por ello, se debe tener especial cuidado con las bacterias que pueden entrar en el sistema del bebé a través de los alimentos, el agua o el contacto con superficies sucias.
- Forma una barrera protectora: frente a otras bacterias que amenazan a los organismos del conviven en el cuerpo humano.
- Fortalecer las defensas: la microbiota intestinal ayuda a fortalecer el sistema inmune, lo que nos protege de bacterias y virus.
Cómo mejorar la microbiota
Existen diversas formas de mejorar y fortalecer la microbiota intestinal, ya que se trata de crear una especie de influencia sobre esta comunidad de microorganismos, mejorando su salud para que puedan cumplir con sus funciones de forma correcta. La forma de mejorar la flora intestinal es la suma de las siguientes pautas:
- La alimentación: El consumo de alimentos naturales, libres de sustancias nocivas que puedan dañar la salud de la microbiota.
- Los probióticos: son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos que sirven para mejorar y mantener la flora intestinal.
- Prebióticos: en este caso se trata de alimentos con un alto contenido de fibra que aportan nutrientes para la microbiota intestinal.