Leche, cacao, avellanas y azúcar. Son los conocidos ingredientes de la crema de cacao, tan utilizada para los bocadillos de las meriendas y, en los desayunos, para untar tostadas, rellenar bizcochos o elaborar trufas y helados. Prepararla en casa no sólo es fácil, sino que además permite adecuar la cantidad de ingredientes al gusto de cada uno ya que las cremas industriales abusan a menudo del azúcar y de los conservantes. Además, se puede añadir un poco de mantequilla o aceite de girasol.
100 g de cobertura de chocolate negro, 80 g de avellanas tostadas y peladas, 100 g de leche, 80 g de azúcar de caña integral y 30 g de mantequilla. Son los ingredientes típicos de la crema de cacao y avellanas, que admite otras posibilidades y componentes. Se puede cambiar la tradicional leche de vaca por la de soja o de avena; el cacao puede ser en polvo duro; el chocolate de cobertura negro o blanco; y el azúcar se admite blanquilla, de caña o como edulcorante líquido.
Formas de elaboración
Prepararla en casa no sólo es fácil, sino que además permite adecuar la cantidad de ingredientes al gusto de cada uno
La crema puede cocinarse tanto en la thermomix como de forma manual
Esta receta es más sencilla de elaborar con thermomix o un robot de cocina similar, ya que sólo es necesario agregar los ingredientes en el vaso del electrodoméstico durante cinco minutos, a velocidad media y a unos 70ºC, y esperar que se forme una crema suave a punto de pomada. A continuación, se retira y se vierte en un recipiente, vaso o bote con tapa.
Otra forma de preparar esta crema de manera sencilla consiste en triturar las avellanas con el azúcar, agregar la leche y batir hasta formar una crema sin grumos. El chocolate se deshace al baño maría con la mantequilla. Se juntan las dos cremas y se bate de nuevo hasta formar una crema homogénea, lisa y suave, que se vierte en los recipientes correspondientes.
Aportación de grasa
La mantequilla, la margarina o el aceite de girasol aportan la grasa adecuada para la crema de cacao. Para realizar la mezcla, se trituran las avellanas con el azúcar y el chocolate o el cacao, se agrega la leche y la mantequilla o el aceite y se calienta para que espese de forma ligera, aunque una vez frío se endurece. Una pizca de esencia de vainilla o de canela antes de llevar al fuego consiguen que, a medida que se funde el chocolate, la crema se impregne de aroma y de sabor.