Ahora que te habías acostumbrado al cambio de hora, los coletazos de noviembre te exigen que te adaptes también al cambio de temperatura, ¿no es cierto? Pues si además de hacer el cambio de armario te estás preguntando qué comer cuando llega el frío, te invitamos a sentarte a nuestra mesa y descubrir en las próximas líneas cómo llenar tu nevera y tu despensa para alimentarte de forma rica y sana.

¿Con qué objetivo? Con el de cuidar tu sistema inmunológico y mantener alejados los mocos y las toses de tu cuerpo. ¿Quieres? Ponte cómodo que empezamos.

 

Frutos secos: aperitivos y grandes complementos

Cuando vayas al super o al mercado y pienses qué comer cuando llega el frío ve al lineal o al puesto de los frutos secos y echa unos cuantos paquetes en tu carrito. ¿Ejemplos? Hay muchos, pero apostemos, por ejemplo, por las nueces, las avellanas, las almendras o los anacardos.  ¿Por qué? Porque los frutos secos son buenos aliados para tus aperitivos y también buenos complementos para tus platos, especialmente para las ensaladas.

frutos secos
 

 

A tope de vitaminas y minerales

Y ahora que hemos puesto la mente en modo verde, es momento de recomendarte que cuando pienses en qué comer cuando llega el frío, tu cerebro viaje hasta la frutería de tu mercado o supermercado habitual. Detente allí y apuesta por hacerte con todas esas verduras y frutas que son de temporada y ayudarán a cocinar una inmensa variedad de recetas ricas en minerales y vitaminas.
 

Frutas y verduras: polifacéticas en tu cocina

¿Estás pensando en qué tipo de platos puedes hacer con ellas? Las opciones son muchas, y muy diversas: desde cremas y purés calentitos hasta menestras, ensaladas o woks. Alternativas a las que puedes sumar las de usarlas como complementos perfectos de los platos que hagas a base de carne, pescado o huevos.

 

Estas son nuestras propuestas con las que cuidar tu sistema inmunológico y mantener alejados los mocos y las toses de tu cuerpo

 

No te olvides del ajo y la cebolla

¿Cuáles son las más típicas de esta época del año? Pues entre las verduras no podemos dejar fuera de esta lista la coliflor, las espinacas, los puerros, las alcachofas, el brócoli, las acelgas o las zanahorias. ¿Sabes qué? Incluye en este listado el ajo y la cebolla, ya que su fuerte componente antiviral y antibacteriano te ayudarán a protegerte de infecciones.

 

Los colores del invierno llegan a tus platos

¿Seguimos? Una vez hecha la lista de las verduras, hagamos la de las frutas para que completes el puzle de saber qué comer cuando llega el frío. ¿Sí? Pues entre las frutas que más te recomendamos ingerir en esta estación se encuentran aquellas en las que seguro ya estás pensando. ¿A que no nos equivocamos si decimos que en tu mente tienes la imagen de las clementinas, las naranjas, los plátanos, las manzanas o las peras? Pues a esa lista añade las fresas, la piña y el kiwi.

 

Apuesta por la facilidad

Además de sus condiciones organolépticas, buenas para tu organismo, estas frutas son fáciles de encontrar y muy fáciles de pelar o preparar (y la mayoría de las veces no están entre las más caras, precisamente). Inclúyelas en tus menús semanales y convence a todo el que puedas para que se las coman, incluidos los más pequeños de la familia.

 

La robustez de las legumbres

¿Hasta aquí, bien? Pues si nos permites seguimos con los platos tradicionales de cuchara. ¿Sabes a lo que nos referimos? ¡Exacto! A aquellos que se hacen a base de legumbres. ¿Cuáles? Las que tú quieras: lentejas, garbanzas, alubias… Todo vale para cuidarte. Si no quieres recurrir a los tradicionales guisos de nuestra cocina, bucea en nuestra gastronomía y te darás cuenta que hay un sinfín de platos que también puedes preparar con ellas, incluidas las siempre agradecidas ensaladas.

 

Saca al chef que llevas dentro

En el capítulo de las carnes y los pescados, te diremos que para acertar a la hora de determinar qué comer cuando llega el frío, lo mejor es que te decantes por el atún o el salmón, ambos ricos en vitamina D.

No olvides tampoco incluir en tu planificación alimentaria los huevos ya que contienen minerales esenciales para tus defensas como el selenio o el zinc. Ricos en proteínas, vitaminas y ácidos grasos, los huevos te ayudarán también a prevenir infecciones y con ellos podrás dar rienda suelta a tus habilidades culinarias: los puedes preparar cocidos, en ensaladas, en tortillas, en revueltos… ¡Seguro que ya tienes en la cabeza tus preferencias!

 

Entra el calor con infusiones

Y antes de terminar, permítenos que te digamos un truquito más. Las infusiones también son buenas y apetecibles a la hora de elegir qué beber o qué comer cuando llega el frío. ¿Por qué? Porque la manzanilla o la menta te ayudarán a mantener alto tu nivel de hidratación, ahora que las bajas temperaturas invitan a beber menos, además de ayudarte a tener tu sistema nervioso bajo control, un buen tránsito intestinal y un buen equilibrio en tu sueño.

¿A qué no les atribuías tantos atributos? Pues a todos ellos se suma que son bebidas bajas en calorías, ricas en sabor y perfectas para calentar tu cuerpo a cualquier hora del día.