A la hora de ganar peso, adelgazar, u otros objetivos a nivel físico, sabemos que la nutrición es esencial. Y hay muchos mitos acerca por ejemplo, del desayuno. Nos queremos fijar en un estudio realizado a lo largo del 2018 demostró con argumentos científicos que el desayuno ni es imprescindible para que el cerebro y el cuerpo tenga energía de buena mañana ni que adoptar el hábito de desayunar previene la obesidad. Y ahora vamos a mostrar estos argumentos, desmontando así el mito de que el desayuno es la comida más importante del día.
Existen muchos mitos acerca del desayuno
1. El cerebro y el cuerpo tienen energía aunque no desayunes
Es totalmente cierto que el cerebro, los músculos y, en general, cualquier célula del cuerpo necesita glucosa para mantenerse funcional. Pero eso no significa que cada mañana necesite un aporte de energía para empezar a trabajar. Es decir, nuestro cuerpo no hace un “reset” energético cada vez que nos despertamos.
Con las calorías que hemos consumido el día anterior y que no hemos gastado, nuestro cuerpo es capaz de almacenar la glucosa. Es decir, el organismo tiene suficientes reservas de “combustible” como para estar varias horas sin necesidad de comer.
Es más, una de las características de nuestra sociedad actual es que cenamos pocas horas antes de ir a dormir, por lo que, ¿cuánto tiempo pasa entre que cenamos y nos despertamos? ¿9 horas? El cuerpo tiene de sobras con la energía del día anterior.
El cerebro y el cuerpo rinde igual aunque pasemos la mañana en ayunas. De hecho, el efecto de desayunar puede ser aún peor para su rendimiento, pues si consumimos productos de un índice glucémico alto, como la bollería y otros productos ricos en azúcar, lo que nos provocan es un aumento abrupto de la energía seguido de un “bajón” energético. Con las reservas que tiene el cuerpo, esto no pasa. La energía va liberándose poco a poco y alimentando a los músculos, incluido el cerebro, de forma gradual, como lo necesita.

2. Desayunar no previene el sobrepeso
La relación entre el hábito de desayunar y el “no” sobrepeso no sigue una relación de causalidad, es una mera asociación. Es decir, ver que la gente que tiene el hábito de desayunar suele tener un índice de masa corporal más saludable no viene causado por el hecho de desayunar en sí. Viene dado porque normalmente las personas que desayunan cumplen con el perfil de persona preocupada por su salud, por lo que suelen también hacer deporte y vigilar su alimentación.
Por lo tanto, lo que previene el sobrepeso no es el desayuno, son los hábitos saludables de vida que adoptan normalmente las personas que desayunan. En cambio, las que no lo hacen a veces cumplen con el perfil de personas poco preocupadas por la nutrición en general, por lo que pueden ser más propensas a ganar peso.
Pero no hay ninguna relación directa. Hay personas con sobrepeso que desayunan y personas perfectamente sanas que pasan toda la mañana en ayunas. Lo importante aquí es el global de la dieta de todo el día, no el hecho de desayunar o no.
Es más, el desayuno solo aporta más calorías al día. De hecho, las personas que desayunan suelen consumir, de media, 260 kcal más que las que no lo hacen. Este extra de energía debe ser “quemado” a lo largo del día, porque a la larga sí que puede contribuir al sobrepeso.
Entonces, ¿desayuno o no?
La pregunta no debe ser si desayunas o no, las preguntas que debes hacerte son las siguientes: ¿lo necesito? ¿Voy a comer productos saludables? Si no tienes el hábito de desayunar y aun así te sientes con energías durante toda la mañana, no tienes por qué empezar a hacerlo. Cada persona tiene un metabolismo diferente y unos requerimientos energéticos distintos. Si desayunar te ayuda a sentirte con más vitalidad, hazlo. Si no te hace falta, no te fuerces. Así de sencillo.
Y en caso de que quieras desayunar, procura siempre que los desayunos sean en base a productos frescos, ricos en fibra y pobres en azúcares refinados. No hay que desayunar a cualquier precio. Si vas hacerlo, que sea de forma saludable y sobre todo ten en cuenta que desayunar o no no es el remedio a todo. Come sano, haz deporte, no fumes, duerme las horas necesarias… Todo esto tiene un peso mucho mayor en tu salud que el hecho de comer algo por las mañanas o no.